El Cumpleaños De Bella

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El día del cumpleaños de Ania fue alegre, recibió un regalo de su madre y detalles de sus amigos.

Su madre le regaló distintas cosas de merchandise de películas, estos objetos, que no eran muy caros, hacían feliz a la niña de una gran manera.

Sam, Emily, Paul, Embry y Jared le regalaron un peluche grande entre todos, al repartirse el dinero habían pagado poco cada uno.

Ella estaba feliz de la vida.

Luego llegaron Billy y Jacob, este último miró muy mal y serio al grupo de amigos de su prima-hermana.

Dejó en el suelo la enorme caja de madera que llevaba.

-Abrela pequeña. - dijo el mayor de los primos con una sonrisa hacia la cumpleañera.

Al abrirlo vio un cachorro de lo que parecía ser un lobo, era negro con el pecho y las patas blancas.

- ¿Un lobo? Este animal es peligroso - dijeron madre e hija extrañada mirando al animal.

- Es un perro-lobo, la perra de un amigo mío tuvo unas pequeña camada y este pequeño es el único con color negro en su pelaje.

- ¿Nos lo podemos quedar? - Preguntó Ania emocionada, Madeline asintió, sabiendo que su hija era responsable como para cuidar de este animal.

- Por supuesto.

Sacó al perro de la caja con cuidado y lo sostuvo entre sus brazos.

Los Cullen y ella habían seguido en contacto este tiempo, ella también se lo pasaba bien con ellos, así que decidieron celebrar su cumpleaños a parte con el de Bella, que era 2 días después que el suyo.

Ese día, el día de su cumpleaños, fue muy divertido, la llevaron a la playa, y el cachorro y ella nadaron tan lejos de la orilla que luego tuvieron que ir por ellos por miedo a que se ahogasen.

Ambos tenían una energía sin límites.

Al día siguiente, Ania fue con los Cullen y le enseñaron a cazar mejor y también les mostró su mascota.

Lo pasaron muy bien con el cachorro y jugando, con ellos podía hacer cosas de vampiros, y con los del grupo de Sam podía hacer cosas de Humanos.

Sentía felicidad en ese momento, olvidaba todos los secretos que tenía que ocultar.

Al día siguiente se vistió con una faldita de Tull muy mona, de color gris plateado con puntitos de purpurina (yo tenía una así y era preciosa) y un body de color verde con decoraciones plateadas, unos leotardos a juego, además de manoletinas grises.

Un look muy Slytherin para una gryffindor, pero es que no quería parecer el escudo de España.

Había leído los libros e ido a ver las dos primeras películas al cine, e iría a la que se estrenaría al año siguiente, estaban en 2003 por cierto (por cronología, cae en ese año los eventos del segundo libro/película ¿casualidad que es mi año de nacimiento? Si)

Llegó donde los Cullen a la hora que le dijeron.

La recibieron con abrazos y mimos.

Todos excepto Edward, quien se encontraba con Bella.

Cenaron tranquilamente, todos tomando sangre menos ella, que tomaba un plato delicioso preparado por Esme y Rosalie.

Ania les dio las gracias por cocinar cuando ellos ni comen comida humana.

Llegó la pareja de antisociales y comenzó la celebración.

Era todo muy alegre y feliz, durante el rato de antes de abrir los regalos sonrieron bastante, bueno, menos Rosalie, que estaba con cara de cabreo por la presencia de Bella.

Pero los cabreos de Rosalie por el hecho de que Bella existiese eran algo a lo que se había acostumbrado ya.

Era gracioso cómo era el oler a Bella, y Rosalie ponerse sería, a veces su voz era como si tuviese ganas de ir al baño fuertemente.

Comenzaron los regalos, bueno Alice mareó un poco a todos con la camara de fotos de Bella antes, haciendo fotos de la pareja, de Bella sola y una o dos de todos juntos, obviamente poniendo el temporizador.

A Bella le sorprendía que se podía ver a los vampiros en las fotos.

Y Ania se aguantó un face-palm ante lo que parecía ser el retraso monumental de la mayor.

Tras la sesión de fotos volvieron con lo de dar los regalos

A Ania le dieron un atrapasueños por parte de Jasper y Alice, el cual le encantó, era precioso.

Carlisle y Esme le regalaron la todos los libros publicados de Harry Potter en físico, ya que a ella le gustaban, los 6 primeros + la guía de animales fantásticos.

Emmett y Rosalie le habían regalado una preciosa daga, la cual su madre había aprobado antes de regalársela, decían que a lo mejor la necesitaría si se encontraba en peligro en un futuro.

Y Edward y Bella le regalaron una figura de cristal de un lobo aullando.

Tras abrir cada regalo ella abrazaba muy emocionada a quien se lo había regalado.

- Muchísimas gracias a todos, no hacía falta. - dijo ella tímidamente, aunque todos rieron un poco por su ternura.

Todos menos Bella y Edward, que aparte de antisociales, inexpresivos, sobretodo Bella, porque Edward al menos había sonreído, pero a Bella podía compararla con un muerto, no movía la cara, no sonreía ni hacía ruido, si no fuese por el sonido del latir de su corazón, Ania creería que Bella era un zombie.

A Bella le regalaron un collar, un noseque para su coche que, según Emmett, era horrible, y Edward le dio un CD de música.

Ania le regaló una pulsera preciosa con un dije de un murciélago, con el que se representaba a los vampiros (aunque en realidad no se transformasen ni nada por el estilo, pero la representación estaba)
Y ya se que es porque duermen por el día y despiertan por la noche, como los mucielagos, pero los amigos y tu amigo el fiestero también lo hacen y no representan a los vampiros con ellos.

Cuando iba a abrir el de Carlisle y Esme, se cortó con el papel, y Jasper no pudo controlarse.

Ania se alejó de Bella al momento, su sangre también la atraía a ella, ya que era la que menos tiempo llevaba tomando sangre animal de todos.

Sujetó a Jasper, pero este la lanzó a la puta.

Total, que ya teníamos a otra sangrando un poco, y, aunque su sangre, al ser parte vampiro, no era apetecible para nadie en la casa, Jasper se distrajo al oler a Ania, lo que dio tiempo a que sacaran a Bella de ahí y Alice lo calmara.

Ania se relajó y Carlisle la curó a ella también, mientras que Bella tenía la misma cara de circunstancia que siempre, Ania sonreía pues el mayor le había prometido que si no lloriqueaba por los puntos, le daría una piruleta.

Ganó su piruleta, sobra decirlo, y, horas más tarde, su herida ya estaba curada, así que retiraron los puntos, no había ni cicatriz.

Decidieron llevarla ya a casa porque era tarde para una niña de 12 años.

Su madre la esperaba despierta, le agradeció a los Cullen, evitando respirar por la nariz por el olor que no le gustaba de los vampiros.

Y Ania le enseñó los regalos a su madre, muy emocionada.

Los puso en su sitio, los libros en estanterías, la figura de cristal y la daga en la estantería, junto a sus trofeos de deportes y otros campos.

Colgó el atrapasueños sobre su cama, se duchó y se fue a dormir, teniendo un buen sueño a pesar de lo ocurrido esa noche con la gafe de Bella.

De Luna Llena A Luna NuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora