En pocas palabras, Jacob comenzó a aullar como un descosido y de tanto que se movía sin querer calmarse bajo las palabras de Ania, le dio tal puntazo que la tiró contra un árbol, y se hizo un arañacito en la mejilla.
Ella se levantó tras recuperar la respiración y dio un salto que la dejó en el lomo del enorme animal.
- He dicho que te relajes. - y, haciendo acopio de una fuerza similar a la de Emmett, consiguió tirar al lobo al suelo, lo malo es que quedó sobre ella.
Jacob se levantó, ella tenía ya varias ramas y otras cosas en el pelo, además de que la había aplastado, y volvieron a lo mismo.
Parecía como si Ania tratase de domar un caballo salvaje, pero sólo trataba de evitar que Jacob saliese del bosque, podrían verlo fuera.
- ¡Ya! ¡Para Jacob, no vas a ir a casa! - no paraba de gritarle, había leído su mente, había querido ir a casa para preguntar que pasaba, pero esta estaba llena de adultos, algunos no sabían del mundo sobrenatural, y era mejor así.
Además, era peligroso para ellos un lobo de dos metros y medio.
A su mente llegó inconscientemente la imagen de Seth, era humano y, como tal, muy frágil, además de ser el menor de esa casa en el momento, lo que lo hacía aún más frágil que los demás.
Jacob tiró de nuevo a Ania, esta vez frente a él.
La niña quedó tumbada boca abajo con una herida en la frente por golpearse contra una piedra, no estaba desmayada, pero tantos golpes dolían, y más viniendo de un lobo.
Si algunos vampiros eran más fuertes que ella, y los licantropos eran más fuertes que los vampiros promedio, significaba que ella estaba en más de el doble de desventaja, sumando a esa lista su edad, complexión y tamaño, ah, y que llevaba 4 o 5 días sin beber sangre.
Asi que levantó la cabeza, Jacob gruñia hacia ella, al leer su mente, algo que comenzaba a controlar, Ania supo que su olor le desagradaba.
Normalmente su olor vampiro pasaba muy desapercibido por los licantropos, pues su olor humano lo tapaba, igual con los vampiros, pero un licántropo recién transformado era mucho más sensible a los olores, movimientos, sabores, etc...
Por ejemplo: Quil y Lea al principio olían algo raro en Ania, pero a la semana de ser Licántropos dejaron de oler algo raro en ella, claro que ellos no sabían qué era.
Lo mismo podría pasar con un vampiro, los neófitos eran mucho más sensibles a todo los primeros días de su creación, lo que les hacía más fuertes, rápidos, hambrientos y con un mejor olfato.
Pudo oír unos aullidos no muy lejos de ella, y vio al momento a Sam, Jared, Quil, Leah, y Paul venían hacia ella y Jacob.
Al tratar de volver a levantarse, Jacob le gruñó, a punto de atacar.
Paul fue el primero en reaccionar y se puso frente a Ania cuando el ahora lobo cobrizo saltó a atacar a Ania.
Ambos lobos se enzarzaron en una pequeña pelea que Jacob perdió porque Quil y Jared, Ania sabía quien era quien por sus olores, se unieron para inmovilizar a Jacob.
Y una loba algo más blanca que el resto, a la que identificó como Leah se acercó a ella.
No tenía miedo, vivía con una loba en casa, osea, su madre, estaba acostumbrada a un lobo enorme, a lo que no estaba acostumbrada era a 7 lobos enormes.
La loba se tumbó en el suelo, y Ania pudo leer que quería que se subiese, eso era asunto de lobos, una niña no transformada no podría calmarlo nunca.
Era triste pero cierto, y Ania lo sabía.
Dio una última mirada a Jacob, quien gimoteaba por no entender nada, esos quejidos de Jacob le partieron el alma.
Pero igualmente subió a Leah, y esta la llevó a una casa donde identificó a Emily en la ventana. Y por el olor, era el hogar de Sam y la ya mencionada.
Bajó de Leah y Emily corrio a fuera al ver que la loba se había expuesto tanto a que los humanos la viesen, pero por suerte, esa tarde había comenzado a caer la de dios y nadie salía ni se asomaba.
- Dios mío, ¿qué ha pasado? Entrad, Leah, destransfórmate. - dijo con un paraguas enorme donde cabrían las tres como humanas y dos toallas en mano.
La pequeña bajó empapada y fue recogida bajo el paraguas inmediatamente por Emily, quien la envolvió rápidamente en la toalla como si fuese una oruga.
Leah se destransformó al momento, dejando ver a Ania a la chica desnuda, aunque no mucho tiempo porque también fue envuelta en una manta.
La verdad, Ania no sabía su orientación sexual, siempre estuvo abierta a todo y a todos en amistades y nunca se había enamorado de nadie, así que no sabía.
Pero si sabía que su cuerpo había reaccionado levemente al ver a la mayor desnuda ante ella.
La reacción fue un sonrojo, lo mismo le pasaba a veces con los chicos al verlos sin camiseta, pero con los chicos ya se había acostumbrado, dada su maldita costumbre de ir sin camiseta para todos lados.
"¿Es que son alérgicos a la tela?" se preguntaba Ania a veces en cuanto a sus amigos.
Entraron en la casa con rapidez y le dio ropa seca a ambas, mandandolas a la ducha.
Ania se sentía muy tímida al momento, Leah no veía problema en que se duchasen juntas, pero Ania estaba sufriendo un enorme gay pannic en ese momento.
Ambas estaban empapadas por el agua de la lluvia, Leah ya se secaba por su temperatura, pero igualmente estaba sucia y se quería lavar.
Y Ania no podía decir que no iba a coger ningún catarro si se quedaba mojada porque eso sería desvelar su secreto.
Leah tocó a Ania y se estremeció de lo fría que estaba, ya de por sí su temperatura corporal era normalmente baja, cuando se mojaba con agua fría era aún más baja.
El mínimo de temperatura corporal al que Ania había llegado eran los 21 °C.
Y se metieron en la ducha, la pobre Ania estaba en tal gay pannic que casi olvidó lo de su primo.
Al salir ambas se secaron y se pusieron lo que Emily les había dado.
Leah llevaba ropa propia, y Ania una camiseta de Paul (la cual estaba limpia) que le llegaba por los muslos, y ropa interior propia que durante la ducha Emily había puesto a lavar y secar.
Habían tardado bastante por el hecho de que Leah trataba de que Ania recuperase la temperatura corporal a base de... Meterla bajo el chorro de agua MUY CALIENTE hasta que estuvo menos fría.
Ignorando obviamente las quejas de "Leah, me estoy quemando" de Ania, pero en vez de en tono calmado y tranquilo, con el típico tono de "Uh, uh, me quemo"
Emily les secó el pelo mientras Leah explicaba a Ania cosas sobre los licantropos y que todo era verdad y bla bla bla que Ania tuvo que fingir sorprenderse.
- Osea, que mi madre cuando se transformaba, si vosotros también estabais transformados, podíais oír sus pensamientos. - dijo Ania, revelando el pastel de "Chicas, ya sabía qué sois"
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De Luna Llena A Luna Nueva
FanficAnia Black, si, un apellido conocido por los fans, era un ser muy raro, muchos si la conociesen dirían que era única. Y ¿por qué? Sencillo. Su padre era vampiro. Ania creía que el nombre de su padre no era importante en el mundo de los vampiros, así...