Ania y Seth se llevaban cada vez mejor, su relación de amistad se agradaba cada vez más.
Aunque Ania veía cada vez más a Seth con chicos de su edad y, por consiguiente, lo veía cada vez menos.
Se sentía mal por el distanciamiento, aunque Seth no notaba nada.
La chica vestía cada vez más con ropa negra, le gustaba cómo le quedaba.
Además, había comenzado a escuchar música coreana, era fan de distintos grupos como por ejemplo lo eran Big Mama, Goofy y Noel.
También de cantantes en solitario.
Desde pequeña veía anime con su madre, así que Otaku era.
Había comenzado a bailar en la unica academia de baile de forks, bailaba desde bailes de salón a estilos callejeros, pasando por ballet, filamenco y otros cuantos.
Sus estudios iban tan bien como siempre le habían ido.
Se esforzaba tanto en el baile que una vez llegó a quedarse toda la noche ensayando una coreografía con la que tenía problemas, al día siguiente fue la mejor bailandola.
Toda su elegancia y gracia naturales la hacían destacar entre el resto de niñas, pues parecía tener un don natural para esto.
Cuando saltaba ensayando algo, parecía que flotaba, no como algunos saltos torpes de sus compañeras.
Al tocar el suelo apenas hacía ruido, al contrario de algunas que parecía que el suelo fuese a caer bajo sus pies del estruendo que hacían.
Y no, no es ningún insulto, es que hacían mucho ruido.
Llevaba sólo dos meses en el baile, pero había aprendido tanto y demostrado su valía que la pusieron con las mayores, chicas que llevaban unos años ya practicando.
Llegó abril, y Ania se había preocupado bastante por Bella.
A veces iba con Jacob y cuando el quería visitar a Leah y Seth, pero al oír gritos en la casa, Ania se acordaba de sus padres discutiendo y se decidía apartar y quedarse fuera de la casa, en un árbol, a veces bajo la lluvia, mientras veía por la ventana del cuarto de Seth cómo Jacob calmaba a los hermanos.
Otras veces veía a Seth con su padre y ella se acordaba del suyo.
Le dolía el abandono de su padre, el hecho de que en todo este tiempo, casi un año, nunca la había llamado.
Ni un correo.
Ni una carta.
Nada. Era como si ella no hubiese existido en la vida de él.
No paraba de recordar los momentos que había tenido con su padre, solían echar carreras a su velocidad, a las cuales solía ganar.
El baseball entre ellos dos en días lluviosos...
Y otros deportes.
Con él ella podía dejar correr su lado vampirico, y cuando conoció a los Cullen y la aceptaron, sin querer matarla... Sintió que a lo mejor podría recuperar algo de eso.
Pero se equivocaba, cuando había cogido cariño a todos como si fuesen hermanos y a Carlisle y a Esme como si fuesen tíos o algo así, ellos se fueron.
Y otra vez tenía que ocultarse de todos, excepto de su madre, pero ella no podía seguirle el ritmo, era joven para ser madre de una niña de 12 años, pero igualmente, no era vampiro.
Si le llevaba a seguir el ritmo era siendo un lobo, y ya no podía transformarse porque si pensaba, aunque fuese un segundo, en Ania y en su secreto, siendo lobo... Los demás podrían enterarse.
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De Luna Llena A Luna Nueva
FanficAnia Black, si, un apellido conocido por los fans, era un ser muy raro, muchos si la conociesen dirían que era única. Y ¿por qué? Sencillo. Su padre era vampiro. Ania creía que el nombre de su padre no era importante en el mundo de los vampiros, así...