Callaíto || Yoonmin Chilensis

016: ¿Y si nos lanzamos?

- Hobi, yo-... - Comenzó Yoongi, pa tratar de explicarle que él no sentía lo mismo.

- No digai nada, que quiero hablar yo. - Lo interrumpió Hoseok, secándose las lágrimas y tomando aire pa empezar a hablar de nuevo. - Yo sé que no te gusto y está bien. No puedo obligarte a que sientas lo mismo, pero lo que no quiero es perderte. Yo hace caleta necesitaba decirte esto y por eso andaba tan distante. Me costaba tener que verte todos los días, cuando no podía dejar de pensar en que tenía que decirte la verdad po, pero ahora me siento mejor por habértelo dicho. No sé que vai a decir, pero sólo quiero que no me tengai lástima por una wea así. Yo solito lo puedo superar y como ya te dije antes no quiero que te alejes de mí por esto. Siempre vai a ser mi mejor amigo, así que porfa no te quiero perder y sigamos siendo como antes, ¿ya?

- Puta oh Hobi, me puse sensible igual po. - Respondió el mayor, con los ojitos llorosos. - Obvio que quiero que seamos como antes y te diría más cosas, pero sé que te vai a enojar porque vai a creer que es por lástima. Así que sólo te voy a decir una pura wea: te quiero caleta y nunca me alejaría de ti, solcito.

- Ay yapo, que voy a llorar de nuevo.

- Lloremos nomás po ¿qué tanta wea?

- Que eri tonto, Yoongi. - Contestó el pelirrojo, con una risa, una risa de verdad, después de tanto tiempo de andar bajoneao.

- Pero te hago reír que es lo importante po. Oe y en todo caso... yo no era pa ti. Yo soy el meo cacho pa cualquiera. El diaulo me dicen. - Dijo Yoongi, sonriendo y asintiendo con la cabeza.

- Ya cállate oh, no quiero hablar más de ese tema, que igual me da vergüenza po. - Se enojó el menor, pegándole en el brazo pa que se calle.

- Ya calmao. Entonces vamos y te invito completos en el kiosko de la tía. - Le propuso, pa después ir a buscar sus mochilas y salir del liceo.

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Llegó el lunes. Estaban en clases de matemáticas, cuando al Jimin le dieron ganas de ir al baño y le pidió permiso a la profe pa ir. Una vez ahí, fue directo a hacer pichi y cuando se estaba lavando las manitos pa volver, entró el Yoongi. El menor notó altoque que el otro estaba incómodo, además de cachar como susurró un: "puta la wea" pa sí mismo.

- Meloncito, que placer pillarlo por aqui, ¿c-cómo estai? - Preguntó el pelimenta, sin mirarlo mucho y rascándose la cabeza.

- Bien ¿y tú?

- Bien, medio estresao por las weas de pruebas nomás.

- Si yo igual... oye, hace días que no hablábamos. - Contestó Jimin, con un tono de penita y metiendo las manos en los bolsillos. - ¿Pasó algo?

- ¿Qué? No-no, bebé. No ha pasado nada, estamos bien po. Nomás que he estado medio ocupao...

Y se quedaron en mute, pa sólo mirarse fijamente, creando un tensión rara en el ambiente. De repente, la curiosa mirada del Jimin viajó a la mano del mayor, que se encontraba en su propio cuello por la incomodidad que sentía. Y entendió todo cuando vió unas delgadas y marcadas líneas en su cuello, que parecían rasguños. El pelinaranja se imaginó lo peor, pero todavía no quería confirmarlo, así que intentó seguir la conversa pa poder comprobar bien si era lo que creía.

- Yoonie... ¿y no preferí que te dé mi whatsapp pa que hablemos por ahí?

- Sí, obvio po, meloncito. Díctame tu número nomás, mi rey. - Dijo el otro, quitando la mano de su cuello pa escribir el número.

El Jimin se le acercó, lo agarró del brazo tiernamente y le dictó su número. Todo eso sólo pa poderle mirar bien el cuello. Y ahí vió bien esas líneas rojas que estaban desde su pelo hasta sus clavículas y que resaltaban en la piel blanca del mayor. El hecho de pensar en alguna persona haciéndole esos rasguños al Yoongi dejaban al Jimin más celoso que la chucha. Pero obvio no era weón como pa demostrarlo, así que se quedó callaíto nomás.