Callaíto || Yoonmin Chilensis

003: La próxima semana o nunca

A la mañana después, Jimin se levantó todo desganao y con penita. Se sentía cansado aunque había dormido las horas suficientes. Nunca había tenido una buena autoestima, pero hoy la sentía bajo tierra. Él nunca había pensado en la mínima posibilidad de tener algo con el Yoongi, sin embargo haberlo visto ayer en su propia casa y dándole esa atractiva sonrisa, por más que suene patético, le dió esperanzas. Pero verlo con Suran le dolía, porque él quería estar en el lugar de ella, él quería ser ella.

Se dió una ducha más larga de lo normal pa intentar pensar y mejorar su ánimo, pero todo fue en vano. Se vistió con su uniforme planchadito y bajó al primer piso donde se encontró con su tía, quien estaba arreglándose pa ir al trabajo. Ella al notar que el Jimin se estaba preparando el desayuno, le dijo:

- Jimin, te veo más gordito, deberías dejar de comer tanto pa que pronto ya encuentres polola y la traigas a la casa ¿o no?

- Si-si obvio, tía. Mejor no tomo desayuno entonces y me iré caminando pa no molestarla en que me lleve. - Respondió Jimin, evitando el contacto visual y aguantando sus ganas de llorar, por lo mal que se sentía esa mañana.

-Bueno mijito. Chao y que te vaya muy bien hoy en el liceo. - Dijo ella, dejando un beso en los suaves cabellos rubios de su sobrino, a lo que él salió rápidamente de la casa.

El camino al liceo no era tan largo, sin embargo eran las 7:50 y las clases empezaban a las 8, así corrió rápido por la calle esperando llegar a tiempo.

Llegó a las 8:05 al liceo, su primer atraso del año, lo cual sorprendió a la inspectora de la entrada, ya que él era un alumno reconocido por su responsabilidad y puntualidad. Luego de decirle que no le permitirá una situación así por segunda vez, dejó pasar al Jimin a su sala pa que vaya a sus clases con normalidad. Sin embargo, al llegar a la sala su profe de química lo retó frente a todo el curso por llegar tarde y le prohibió pasar a la clase por lo que se quedó en una banca de uno de los pasillos del colegio.

Jimin estaba tan cansado de todo que sólo se tendió en la banca y cayó en un profundo sueño, mientras esperaba que termine la hora de química y llegue el recreo.

Cuando sonó el timbre todos los alumnos salieron de las salas y el rubio seguía dormido en la banca, pero de repente sintió a alguien tocándole el brazo para despertarlo y al abrir los ojos se encontró con sus nuevos amigos, el Tae y el Jungkook.

- Jimin ¿Qué wea te pasó hoy? Tú nunca llegai tarde y andabai todo desarreglao. - Preguntó Taehyung con curiosidad, mientras entrelazaba su mano con la de su pololo.

- Es que me demoré mucho en salir de mi casa y me vine corriendo, por eso me veía tan mal. - Contestó Jimin, algo tímido y decaído.

- ¿Y por qué estai tan pálido? - Dijo Jungkook, observando con sus tiernos ojos la cara de Jimin y un poco incómodo ya que el Tae comenzó a acariciarle lentamente el muslo, con claras intenciones de jugar con él, en el momento menos oportuno.

- Ah, es que no alcancé a desayunar.

Obviamente era una mentira. Él quería haber desayunado, él quería comer, pero luego de las palabras de su tía y de su propia autoestima, prefería dejarlo así pa lograr bajar algo de peso.

- Ya pero deberíai haber comido algo po Jimin y además justo ahora teni que tener energía que tenemos educación física con la vieja culia esa que nos deja pa la cagá siempre. - Habló el pelinegro, con un tono molesto recordando a la profe de educación física.

- Oye y es tu oportunidad de llamar la atención del Yoongi po, acuérdate que compartimos la cancha con el 4to B. - Exclamó Jungkook con una sonrisa pícara y dándole palmaditas en la espalda al Jimin en señal de apoyo.