Presentación 8

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Bajó las escaleras sin muchos ánimos, mantenía su mirada en su libro sin interés en ver nada más.

Escuchaba la pelea desde donde estaba, por lo que hizo oídos sordos de sus palabrerías estúpidas, ¿Que nunca dejaban de pelear? Sí, sí, ya sabía que papá tenía un amante. Pero también sabía que ella tenía uno propio, incluso, ya había visto a ambos. Sus padres parecían estúpidos si creían que podrían ocultarlos del otro. Si solo era necesario preguntarle a Junmyeon, y listo.

Papá tenía una jovencita estúpida extremadamente tonta que se maravillo cuando la invitaba a restaurantes, como si nunca hubiera visto un cubierto en su vida, Junmyeon pensaba que seguramente la había sacado de una familia pobre de la ciudad para impresionarla con cualquier tontería que su padre le pusiera de frente.

Por otro lado, su madre se acostaba con un compañero de trabajo, lo sabe porque una vez lo vio en el trabajo de su madre, tal vez sea su jefe de departamento o lo que sea, la cosa es que ese hombre cree que su madre es divorciada, y que él, vivía con su padre, por lo que cuando papá no estaba en casa, su madre lo invitaba. Usaba el tiempo en que él estuviera en la escuela o simplemente inventaba una excusa para que Junmyeon se fuera.

Ambos imbéciles, creían que él no sabía nada. Vaya, estupidez.

Al estar en el último escalón, se puso los audífonos y dejó la música a todo volumen, paso junto a los supuestos adultos funcionales y tomó fruta sin siquiera mirarlos, ellos tampoco lo vieran a él, es como si no se dieran cuenta de que el siguiera en casa.

La vida de cada uno, aún con amantes, giraba alrededor de lo que el otro hacía. ¿Y qué pasaba con Junmyeon? A decir verdad, no mucho, realmente él no sabía si de plano lo ignoraban o solo olvidaban que existía.

Ellos seguían gritando y reclamando el amante del otro, como si no tuvieran cola que les pisaran; se lleva un susto de muerte cuando un plato voló de las manos de su madre hasta dar contra la pared cercana a la puerta de la cocina, que iba hacia el comedor. Se quitó un segundo los audífonos, no es como si ellos le impidieran oír del todo, pero sin dudas prefería saber si un plato volaría a su pies más temprano que tarde.

— ¡Eres un mentiroso! — gritó su madre antes de lanzar otro en contra de su padre, que logró evitarlo. Junmyeon había visto a su madre golpear a su padre y lanzarle cosas, claramente, él como un adulto, aun sin ser alfa, podía resistir esas cosas, sabía que no estaba bien. No obstante, agradecía que Eunhyuk nunca le había puesto una mano encima a Hyoyeon, como una mujer mucho más pequeña que él obviamente sí resultaría muy herida.

— ¡Tú eres una zorra! — como pudo, Junmyeon avanzó hasta la puerta trasera de la cocina, sabiendo que sería mil veces mejor irse a esperar a que uno de ellos lo llevaran a la escuela.

Abrió la puerta y cerró detrás de él, aún escuchando gritos provenientes de dentro, suspiró tan pronto pudo y se colocó de nuevo los audífonos. Cómo los odiaba, eran un par de inútiles codependientes uno del otro de mucho cuidado. Tanto decían odiarse y que eran tan infelices juntos, ¡¿Por qué no se separan y ya?! De ese modo él ya no tendría que aguantar cada una de sus peleas, y el como intentaban herir al otro usándolo como arma.

Junmyeon no debería ver como eres una zorra que lleva hombres a casa. — decía su padre.

Junmyeon obviamente se irá conmigo, él no puede crecer viendo el intento de hombro que eres. — decía su madre.

Si supieran que él no quería ir con ninguno. Él solo deseaba tranquilidad, si por él fuera se iría, pero sabe que no es la mejor opción, aunque le cale hasta el alma, dependía del par de idiotas.

CAMBIO DE PLANES - OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora