CAMBIO DE PLANES - OMEGAVERSE

Infancias

Desde que Minseok tenía casi 2 años, había conocido a Jongdae. Exactamente cuando solo tenía una semana de vida.

Ahora, mientras no podía quitar los ojos del bebé en la cuna. Era observado por las dos parejas de padres. Estaba tan absorto mirando como dormía y la manera en que su pancita subía y bajaba lentamente, que no logró escuchar lo que las parejas hablaban, y aunque lo hubiera hecho, no habría entendido mucho.

— Míralo, está cuidándolo. — dijo la madre de Jongdae, Sunny. Una joven Omega, dulce, cariñosa y comprensiva.

— Se ven tan dulces. — ahora fue la madre alfa de Minseok, Chaerin.

Por el historial familiar que ambos niños llevaban, sus padres estaban muy seguros de que serían al presentarse.

Jongdae tenía una madre omega y un padre alfa, y así habían sido sus familiares siempre, varones siendo alfas. Los mismos doctores habían dicho que lo más probable era que fuera un alfa.

Mientras en el caso de Minseok, su padre era omega, y su madre alfa, lo cual le daba más posibilidades de ser omega. Y verlo mirando con tanto detalle a un bebé. Solo hacia elevar la sospecha.

Posiblemente era un instinto omega, ya que cosas como esas sí habían sucedido con anterioridad.

— ¿Ustedes creen que...? — preguntó Siwon, el padre de Jongdae.

— Lo más probable. — dijo Heechul, el padre de Minseok —. Hijo. — llamó a Minseok que con dificultad se alejó del bebé y camino en dirección a su padre con pasos torpes propios de un bebé.

Minseok amaba a sus dos padres, pero, al ser su padre omega siente inmediato apego hacia él. Rápidamente se sube a las piernas de su padre y se recuesta buscando el olor maternal en él.

— ¿Te gusta el bebé? — pregunta su madre acariciando los mechones castaños casi pelirrojos de su hijo.

— Sí, mamá. — dice mirándola —. Está godito. — menciona con la torpeza de un bebé haciendo reír a las dos parejas.

— ¿A ti te gustaría tener un bebé? — pregunta con inocencia Siwon, aún es muy joven para que la respuesta que diga sea importante, simplemente tienen la curiosidad de saber qué es lo que piensa el niño.

Minseok mira a sus papás —. ¿Tendrán otro Minseo? — pregunta sin poder pronunciar su nombre señalándose a sí mismo.

La pregunta inocente hace reír a la pareja —. No, corazón. — su madre le acaricia la cabeza.

— Contigo es suficiente. — su padre le besa y acomoda en su pecho. Pronto Minseok empieza a tener sueño y deja de escuchar la charla de sus padres con los de Jongdae. Qué, sin darse cuenta, empiezan a planear la vida de sus hijos.

Desde ese día, ambos bebés se veían con excesiva frecuencia, y hasta el momento, nunca fue una molestia. Pronto, Minseok y Jongdae se volvieron muy buenos amigos, la diferencia de edad aún no causaba ninguna clase de problema.

Sin embargo, la diferencia de crianza se hizo notoria. Los caprichos y berrinches tan propios de un niño pequeño, en Minseok fueron severamente controlados.

Un caso muy distinto en Jongdae, con la extrema atención de sus padres, y la completa satisfacción de cada uno de sus deseos y caprichos, en poco tiempo se convirtió en algo a lo que Minseok al tener 8 años, logro definir como caprichoso y algo malcriado. Después de todo, era el bebé alfa de la casa, lo que deseara lo obtendría.

A Minseok se le enseño a no quejarse, no gritar, obedecer y ayudar a su padre con algunas tareas sencillas en el hogar. La paciencia y tolerancia fueron fuertemente enseñadas. No obstante, Minseok no era paciente, mucho menos tolerante, tampoco era muy cariñoso; eso ya era algo de su personalidad. Por suerte, siempre fue muy listo. Por lo que de a poco, aprendió a aparentar dichas bondades, por lo menos con la mayoría de las personas. A excepción de su mejor amigo que conoció en preescolar, Junmyeon, un niño tan solo un año menor a Minseok, de risa fácil y paciencia de sobra;
quien conoce la personalidad poco tolerante de Minseok creando de esta manera una fuerte amistad.