Capitulo 9

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·EN LA CITA·

A las once en punto de la noche Zim hizo acto de presencia en el viejo Domo de la ciudad, un lugar que en los años que la Tierra aún era dominada por los humanos había sido utilizado como centro deportivo; y que hoy día, con su techo agujereado y sus paredes rotas era, como tantos otros edificios semi-destruidos, un bizarro monumento al poder irken.  

Dib ya estaba ahí, esperándolo sentado sobre unas butacas rotas. Al ver llegar al invasor se paró de un salto, sin dejar un momento de mirarlo a los ojos.
Durante algunos minutos, los dos no hicieron nada más que eso: observarse fijamente a la distancia.
Finalmente, Dib esbozó una media sonrisa sarcástica.  

-No confías en mí, ¿Verdad, Zim?  

Zim sonrió, entendiendo a qué se refería el humano, y sacó de su traje el arma irken que traía escondida.  

-Cómo quieres que confíe en ti- preguntó suavemente el invasor -...si tú tampoco confías en mi?...


Dib esbozó algo parecido a una risita divertida y sacó de su gabardina un par de grandes pistolas. Luego de un momento de duda ambos, al mismo tiempo, arrojaron sus armas a un lado y se acercaron.  

-Bien- dijo Dib, a la vez que sacaba el guante de Zim del bolsillo -Al mismo tiempo, ¿si?  

El lrken asintió, sacando la foto de su bolsillo. Él y Dib se pararon frente a frente, y al mismo tiempo, extendieron las manos y tomaron el objeto que el otro les ofrecía.
Al tomar su guante y darle a Dib su foto, Zim inmediatamente le dio la espalda al humano y se colocó el guante. Luego, al voltearse, se dio cuenta de que Dib se había vuelto a sentar entre las butacas, y contemplaba muy ensimismado la fotografía de su padre.  

Zim se debatió por un momento entre irse o quedarse con él, pero finalmente sus ganas de estar con Dib pudieron más que su fuerza de voluntad y se acercó, tímidamente, al humano.
Dib contempló con extrañeza al irken que acababa de sentarse junto a él, pero luego decidió que era mejor no dejarle ver que su presencia le afectaba, así que siguió mirando su fotografía.
Los dos permanecieron unos minutos en silencio.  

-¿Que...es lo que le ves a esa foto?-se atrevió a preguntar finalmente Zim. 

Dib lo miró apenas de reojo, tratando de que no se le notara mucho en nerviosismo que le provocaba la cercanía del irken,.. 

-Nada, sólo...estaba recordándolo...-respondió en un murmullo.  

-Ah- comentó Zim por lo bajo-...Lo querías mucho, ¿Verdad?  

-Sí, podría decirse que sí-suspiró el humano  

-Sabes, hay algo de todo esto que no entiendo bien- dijo el irken -Si se supone que él nunca creyó en ti, ni le dio el mas mínimo valor a lo que decías, ¿Por qué aun así lo apreciabas?  

Dib suspiró hondamente. Luego miró a Zim a los ojos y comenzó a relatar:

When i was a young boy,

My father took me into the city
To see a marching band.

He said, "son when you grow up,

would you be the savior of the broken,

the bea ten and the damned"

He said "Will you defeat them, your demons, and a!! the non-believers, the plans that they have made" "Because one day !! leave you, A phantom to lead you in the summer, To join The Black Parade."

✖ I HATE YOU ✖  ◦ZADR◦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora