Capitulo 11

192 22 11
                                    


·CUBRIENDO TUS HUELLAS·

Zim miró de reojo al humano aquél, que en esos momentos no se parecía al Dib que había visto hace unos momentos y se asemejaba más, en cambio, al aquel chico obsesionado en revelarlo como irken, para luego explorar su Interior y ver de qué estaba hecho. .literalmente. Bajó la cabeza con desgano y se resignó a su amargo destino, al que sentía que se había entregado voluntariamente, como un idiota...Dib se acercaba cada vez más. 

Esperaría que no te asuste 

este instante de sinceridad; mi corazón vomita su verdad. Es que hay una guerra entre dos por ocupar el mismo lugar; la urgencia o la soledad.

Una vez que estuvo junto a él Dib se acuclilló y, sin mirarlo siquiera acercó el bisturí a una de sus manos. Zim apretó los ojos con fuerza, temiéndose lo peor...

La soledad fue tan sombría 

que no te dejó encontrar tu naturaleza divina. La urgencia ganó esta vez, dispuesta a penetrarte, prepotente y altiva.


Sin embargo, luego de medio minuto de oír el filo del bisturí raspando contra algo, el irken sintió que la presión del pedazo de cuero sobre la mano que Dib supuesta mente estaba cortando se desvanecía y él podía moverla con total libertad. 

Azorado, Zim contempló cómo Dib se apresuraba liberarlo del resto de sus amarras con el mismo método y que luego lo urgía a levantarse.  

-Vamos- decía, haciendo que Zim se pusiese de pie y corriendo hacia el armario de las cosas filosas, de donde sacó un par de pistolas que Zim no había notado antes -Debes irte antes de que noten algo, yo me encargaré de cubrir tus huellas...pero tienes que moverte rápido...  

Zim se había quedado quieto parado frente a la silla de hierro, mirando a Dib con cara de quien estaba oyendo la cosa más increíble de su vida.

Dib, al verlo petrificado así, lo agarro de la muñeca y tironeó de él, urgiéndolo. 

Zim miró la mano que sostenía Dib, algo sonrojado, y la apartó bruscamente mirándolo incrédulo. Por las noches la soledad desespera...

-¡¿Qué carajos estás haciendo?!- preguntó, entre asustado y azorado, mirando fijamente a los ojos de Dib.   

El humano bajo la mirada, tomando esta vez la mano de Zim, entrelazando sus dedos y tironeando de nuevo.

-No preguntes...  

Zim intento liberarse de la mano que se había entrelazado con la suya, pero al sentirse calidez contra el guante desistió y se limitó a mirarlo con el signo de pregunta estampado en los ojos.  

-¿Por qué...me ayudas...?  

La respuesta le llegó por parte de un par de labios que ansiosos buscaron encontrarse con los suyos
Dib empujó a Zim hasta pegarlo a la pared, sostuvo sus manos contra ésta y comenzó a besarlo casi con desesperación, como si intentara decide algo de esa forma.
Zim, al encontrarse tan de golpe preso en una situación así tardó unos momentos en reaccionar y darse cuenta de lo que estaba pasando.
¿Por qué los labios de Dib sabían siempre...asi?  

Espera por ti, 

espera por él, espera por mi también, y por aquel

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 22, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

✖ I HATE YOU ✖  ◦ZADR◦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora