Capítulo VII: Aguanta un poco más

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Luego del intento fallido de perseguir al auto junto con el sujeto, fui directo a casa cuando de pronto vi que se venía una tormenta. El cielo, que hace unos instantes estaba estrellado junto al precioso brillo de la luna, ahora estaba totalmente cubierto por nubes grises. A unas cuadras de llegar a casa comenzó a llover y no tuve de otra que comenzar a correr antes de que me atrapase completamente la lluvia y en los peores de todos los casos me diese un resfriado. Al llegar a casa abrí la puerta y me encontré con un sobre en medio de la entrada de mi casa, que por dentro había una carta y en él decía lo siguiente:

"Si quieres seguir con vida te recomiendo que dejes de buscar respuestas donde no encontrarás nada, sólo estás perdiendo el tiempo y arriesgando tu vida. Claro está que ella te importa mucho, si yo fuera tú no la metería en estos asuntos y la dejaría a un lado. Sino tendré que tomar algunas medidas para que veas que no estoy bromeando y no te entrometas en mis asuntos.
Ten dulces sueños."

Sea quién sea la persona que escribió la carta, no le tenía miedo ni en lo más mínimo . Ya sea que fuese una amenaza o una advertencia, seguiría buscando a Marko, pero, ¿a quién se refería con "ella"? ¿Será por Dell o lo decía por Evelynn? Como sea, sé que no se meterán con ningunas de las dos si hago las cosas con más diligencia. Será difícil que no se den cuenta teniendo a personas observado por doquier a cualquier lugar que vaya. Tampoco puedo darme el lujo de ir de citas en citas, aunque luego de lo que vivido hoy dudo muchísimo que acepte ir a tomar un café con Evelynn en un futuro cercano. En la puerta no sólo encontré el sobre, también estaban esperando mis dos amigos fieles que siempre me acompañan en momentos malos como estos. Me pegué un baño rápido, cociné unos gnoquis, unos de mis platos preferidos para una cena.
Luego de comer, lavé los platos, apagué todas las luces excepto una que está ubicada en el rincón de la sala, ya que tiene una iluminación baja, perfecta por si me tengo que levantar por la madrugada y no me deje ciego. Fui a mi habitación donde ya me estaban esperando mi perro y gato, me acomodé y fue ahí cuando lo raro iba tomando lugar: en mi sueño estaba Marko, él me contaba que estaba en peligro y quería que lo rescatara. Me mostró exactamente dónde ir a buscarlo, el lugar se me hacía conocido; había una ventana que daba la vista hacia el río, ésta tenía rejas que prohibían el paso.
Del otro lado de la habitación habían dos ventanas más, pero al parecer estaban cerradas con unas maderas clavadas al marco que impedían que entrase hasta la más mínima luz solar. Dentro de la habitación no había más que una cama sin colchón, una luz fluorescente que no funcionaba del todo bien, ya que al prenderla parpadeaba. En la entrada del lugar había un piano viejo y abandonado de color café oscuro que tenía unas que otras cuerdas cortadas, estaba desafinado y también les hacía falta unas que otras teclas. El piso era mitad parquet mitad cerámico de un color rojizo muy oscuro, el lugar me recordaba algo similar a un salón de clases que tuve en el secundario cuando era joven, donde pasaba horas practicando guitarra con unos compañeros de clases. Todo iba marchando bien, hasta que escuché unos pasos que provenían de la entrada, traté de esconderme debajo de la cama, pero terminé por optar esconderme en las sombras del uno de los rincones del cuarto, como si fuese algún tipo de ninja o si tuviera una capa de invisibilidad. Pude ver que por la puerta entró un hombre, el sujeto era alguien grande y corpulento, similar a la silueta de uno de mis sueños anteriores. No pude distinguir muy bien su rostro, pero si pude notar que esta vez su voz era diferente, era áspera, un poco agitada como si le faltase aire. Éste le decía las siguientes palabras a Marko: "Prepárate. Ella te está esperando abajo" cuando de la nada siento su mirada y viene hacia mí de unos pasos agigantados llega, me agarra de los hombres y repite "¡Ella te está esperando!"  vi en su rostro miedo, sus ojos eran completamentes blancos y  su voz se iba haciendo cada vez más gruesa a medida que repetía una y otra vez lo mismo: "¡Ella te está esperando!"
Fue ahí cuando desperté muy agitado, con el cuerpo caliente y cubierto de sudor. Prendí una luz y me percaté que eran las 4:55am por el reloj en mi mesa junto a la mi cama. Fui al baño, prendí una luz, me lavé la cara mientras mi corazón seguía latiendo muy fuerte como si fuese a salirme del pecho y al mirarme al espejo no pude contener las ganas de largarme a correr a donde sea que estuviera Marko para sacarlo de ahí, si realmente lo que sucedió en mi sueño fuese realidad tendría una idea en dónde estaba él. Volví a mi habitación y traté de conciliar el sueño, pero una vez despierto ya no pude volver a pegar un ojo en toda la noche.
Las horas de la madrugada pasaron hasta que los primeros rayos del sol invadieron mi ventana, mientras lo único que pensaba era poder hablar con Dell o con alguien acerca del tema, pero no tenía a nadie para contárselo, si quería volver a ver a Marko tenía que hacerlo por mi propia cuenta, aunque eso significa que estuviese arriesgando mi vida, tenía que hacerlo. Mis noches no eran las mismas desde que raptaron a Marko, Dell y los chicos no querían hablar del tema, y es entendible no tocarlo ya que es muy sensible. Pero no puedo seguir como si no pasara nada, día a día fingiendo que Marko sólo es fue de viaje o se tomó unas vacaciones. Ya no puedo seguir con esta farsa, tengo que tomar algunas acciones. Sea donde estés Marko, te voy a rescarta, solo aguarda un poco más, la ayuda está en camino.

La Chica de la Cabellera DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora