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Al dejar a Hyemi en su casa, Yuta estaba apunto de irse, cuando ella lo agarró de la muñeca.

- Quiero que te quedes aquí esta noche - se tomó unos segundos para pensar - mi madre no volverá hasta mañana y sinceramente, tengo miedo de quedarme sola.

El accedió y llamó a su madre para avisarla, a ella, aunque le molestó un poco que fuera tan repentino, le dio permiso.

- Uhm, ¿Quieres pizza? - habló Hyemi sin mirarlo a los ojos.

- Lo que sea estará bien, gracias.

Cenaron en silencio, todavía se encontraban incómodos debido a la conversación de antes, estaban en silencio absoluto hasta que Yuta habló.

- Lo siento - dijo repentinamente.

- ¿Por qué lo sientes?

- Yo, yo tendría que haberte dicho la verdad desde el día que nos vimos por primera vez.

- No importa, lo importante es que me lo has contado - decía mientras masticaba un trozo de pizza - quiero que me cuentes sobre nosotros, ya sabes, antes de que ocurriera todo aquello.

Yuta le contó todo lo que quería saber sin dudarlo. Lo único que no le dijo era que estaba enamorado de ella. No quería que volvieran a estar incómodos, ya que por fin habían empezado a ir bien las cosas.

Realmente era sorprendente lo rápido que fluían las cosas entre ellos.

Después de cenar, se sentaron en el sofá para ver una película llamada Me casé con una antifan.
A Hyemi realmente le gustaba la actuación de Park Chanyeol. En cambio, Yuta intentaba acercarse a ella sin incomodarla, pero finalmente cayó en un profundo sueño, y sin quererlo, su cabeza cayó encima de las piernas de Hyemi, aunque a ella no le importó, todo lo contrario, comenzó a jugar con el pelo de este, y de paso miraba su cara con todo detalle. Realmente le gustaba mirar a Yuta, era demasiado guapo, casi no parecía real.

Finalmente, Hyemi también se durmió, todavía con Yuta en sus piernas.

Hacia las tantas de la madrugada, Yuta despertó y vio la escena que habían montando. Con cuidado cogió a Hyemi y la llevó a su habitación. Delicadamente la colocó en su cama y la tapó con la manta.

Mientras tanto, el cogió una manta de sobra que había en la cama, y una almohada, colocándolas en el suelo y se durmió de nuevo allí, no quería incomodar a Hyemi durmiendose con ella.

A la mañana siguiente, ninguno de los dos tenía clase, asique durmieron hasta tarde. La primera en despertar fuera Hyemi, sin hacer ruido bajó a la cocina a por algo de desayunar, y para su sorpresa, su madre ya estaba allí.

- ¿Cómo es que Yuta está en tu habitación? - preguntó directamente la madre.

- Buenos días a tí también mamá, yo estoy bien, gracias por preguntar.

- Kim Hyemi, responde.

- Simplemente le dije que se quedase a dormir aquí, me daba miedo estar sola.

Poco convencida, la señora Kim siguió bebiendo su té.

- Cuando Yuta despierte podéis desayunar tortitas, yo me voy a dormir porque estoy que me caigo de sueño.

Al subir Haseul a su habitación, Hyemi subió a la suya para despertar a Yuta.

- Yuta, despierta - decía moviendo su cuerpo con cuidado.

No tardó mucho en despertarse, aunque se quedó unos segundos mirando fijamente a Hyemi.

- ¿Qué miras tanto?

- Nada, simplemente es la primera vez que veo a una persona tan guapa nada más despertar.

- Baja a desayunar - dijo levantándose rápidamente del suelo.

𝗮𝗺𝗼𝗿𝗰𝗶𝘁𝗼 - 𝗬𝘂𝘁𝗮 𝗡𝗮𝗸𝗮𝗺𝗼𝘁𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora