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Su conversación fue interrumpida por un muy mojado Yuta, el cual venía corriendo a por Hyemi. La agarró y fue corriendo con ella hasta tirarla al mar, como si de un saco de patatas de tratase.

- ¡Nakamoto! ¡Te voy a matar! - gritaba Hyemi desde el agua.

El chico iba a decir algo, pero Mark fue tras él y lo empujó al agua, provocando así la risa de Hyemi. Finalmente acabaron los tres en el mar, jugando con el agua entre risas.

Después de dos horas en la playa, decidieron ir a beber algo en un bar-cafetería que había en medio de la arena.

Mientras Hyemi y Mark habían ido al baño a secarse, Yuta pedía algo de beber para los tres. Ni se dió cuenta de las miradas que le echaba la camarera hasta que esta le habló.

- Aquí tienes tu pedido guapo - dijo entregándole las frías bebidas - y este es mi número, llámame, estoy soltera - dijo guiñándole un ojo.

Pero antes de poder responderle nada, Hyemi lo agarró y le dió un beso, si, en la boca.

- Si bueno, el no está soltero - dijo aferrándose a Yuta - te puedes quedar tu número - decía mientras hacía el papel una bola y se lo tiraba.

A todo esto, Mark se estaba descojonando mientras veía la escena, quizás su risa era demasiado fuerte ya que toda la cafetería se le quedó mirando, toda la cafetería salvo Yuta y Hyemi, los cuales estaban en su propio mundo.

- Deja de mirarme así, era para que no te tirase la caña - dijo Hyemi agarrando su bebida.

- ¿Acaso te molesta que me tiren la caña? - dijo Yuta con una gran sonrisa.

- Calla y bebe.

- Bueno, bueno, bueno, parejita - dijo Mark acercándose, pero su felicidad duró poco ya que la mala mirada que le echó Yuta lo dejó congelado.

Pasaron todo lo que quedaba de tarde allí, hasta que la madre de Hyemi la llamó muy preocupada, ya que no sabía dónde estaba.

Yuta y Mark dejaron a Hyemi en casa, y nada más verla entrar a la casa, Mark comenzó a molestar a Yuta.

- Yuta y Hyemi novios, change my mind.

- ¿Quieres que te arregle la cara Lee?

- Por favor, vi muy bien la escena de la cafetería, ese beso fue, brutal.

- Fue solo un pico, y hay una explicación razonable.

Después de que Yuta le explicase esa tan razonable explicación, Mark comenzó a reírse de nuevo.

- Date cuenta, le gustas, si no, no te habría besado con la intención de que la sexy camarera te dejase en paz.

𝗮𝗺𝗼𝗿𝗰𝗶𝘁𝗼 - 𝗬𝘂𝘁𝗮 𝗡𝗮𝗸𝗮𝗺𝗼𝘁𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora