Al día siguiente, al llegar al instituto se notaba muchísimo ese aura de parejita feliz que llevaban Yuta y Hyemi, aunque habían decidido no decírselo a nadie, pero se ve que esa parte se le había olvidado a Yuta, ya que al finalizar un partido que tenían ese día, el chico gritó a los cuatro vientos que estaban saliendo, y un pequeño detalle de nada, todos los alumnos estaban allí.
Aunque el numerito que Yuta había montado le molestó mucho a Hyemi, mágicamente todos empezaron a tratarla bien, y no como a un bicho raro. El pequeño detalle del que solo Hyemi se daba cuenta era que todas aquellas personas, se le acercaban solo porque querían saber más sobre Yuta y su relación.
Falsedad y más falsedad es lo que notaba Hyemi, pero se lo guardó para ella, porque Yuta se alegraba de que Hyemi hiciera amigos, aunque él no supiera que no eran verdaderos.
- Ah, tengo mucha hambre - dijo Hyemi mientras Yuta la cogía de la mano.
- ¿Pizza? - preguntó él, a lo que ella rápidamente accedió.
Fueron a comer en una pizzería cercana a la casa de Yuta, ya que ese día, Hyemi se quedaría a dormir allí, asique decidieron pasar toda la tarde juntos.
Como siempre, pasaron toda la tarde entre risas, siempre estaban felices estando el uno con la otra.
Al llegar a la casa de Yuta, pensaron que la señora Nakamoto estaría allí, pero no había nadie, solo una nota en la nevera: me he ido a visitar a tu tía al hospital, volveré mañana supongo, te he dejado dinero para que te compres algo de comer, no hagas ninguna fiesta en casa, te quiero.
Hyemi río al leer la nota ya que Yuta no parecía un chico de fiestas, y mucho menos uno que las monte en su propia casa.
Decidieron ver una película, y claro, no podía ser otra más que 50 sombras de Grey.
Aunque Hyemi estaba de lo más tranquila durante toda la película, se notaba que Yuta estaba incómodo, no dejaba de moverse y estaba tapado con una manta aunque no hiciera frío.
- ¿Estás bien? - preguntó Hyemi sin quitar la vista de la televisión.
- ¿Ah? Sí, yo, sí, perfecto - dijo mientras se estiraba a coger una almohada.
- A ver, déjame un poco de mant-
- ¡No! - gritó agarrando la manta.
Hyemi le hizo caso omiso y le quitó la manta, dejando al descubierto lo que tanto le incomodaba a Yuta.
- Oh, ya veo - dijo Hyemi riendo.
- No es lo que crees, es que yo - necesitó tomarse unos segundos para pensar - no puedo evitarlo.
Hyemi no hizo más que reírse, mientras apartaba la manta y las almohadas. Miró fijamente a Yuta a los ojos y sonrió. Se lanzó hacia su boca y lo besó como si se acabase el mundo.
Con cuidado se sentó encima de él y siguió besándolo. Yuta la miró durante unos segundos y bajó hacia su cuello. Comenzó a darle leves besos hasta llegar a la clavícula, después, Hyemi hizo lo mismo con el cuello de Yuta.
Creo que ya debéis imaginar lo que pasó, pero si no es así bueno, digamos que hicieron el delicioso, el sin respeto, el muele carne, el frutidelicioso, el rico pollo, ya sabéis.
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𝗮𝗺𝗼𝗿𝗰𝗶𝘁𝗼 - 𝗬𝘂𝘁𝗮 𝗡𝗮𝗸𝗮𝗺𝗼𝘁𝗼
Fanfiction- ¿Y qué más da lo que piensen los demás de ti? • historia hetero •Yuta × Hyemi (t/n pero sin ser t/n) •un poco cliché pero que más da • finalizada porque me da pereza seguir escribiendo más