Capítulo 5

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. : : \ El Chico Más Denso / : : .

Ya eran las cinco de la tarde. Estaba en mi habitación, acostado en mi cama. Lleno de frustración con una cabeza que desbordaba con preguntas, cerré los brazos alrededor de mi almohada.

¿Por qué Zero nos habrá dejado? Lo había hecho tan repentinamente y a la vez tan silenciosamente... ¿Estaba... molesto? Algo era claro : Zero no quería oír más de la conversación. Una conversación en la cual el tema era la persona que me gustaba. ¿Por qué no quiso oír más? Suspiré. Una voz dentro de mí quería hacerme creer que Zero prefería no escuchar quién me gustaba porque eso le dolería.

Qué idiota soy... Zero no está interesado en mí... Tiene todas las Reploids del MHHQ a sus pies, ¿por qué se fijaría en mí? No tengo nada de especial, nada que me haga resaltar de entre todas ellas... ¡Y lo peor de todo es que ni siquiera soy una chica!

Las probabilidades que yo pudiera gustarle eran totalmente nulas. Cada vez que creía ver una chispa entre nosotros, una mirada de parte de él, un mínimo señal que contradecía mis creencias, me repetía : 'cero es exactamente la probabilidad que yo le guste'. Me lo repetía constantemente hasta que se me quedara bien grabado. Tenía tanto miedo de ilusionarme... Conocía la respuesta de Zero cuando me le declararía, y no quería que el impacto y la desilusión fuesen aún más devastadores.

Sí, desilusión... Porque a pesar de todo – aunque nunca lo admitía – llevaba conmigo un grano de esperanza. La esperanza de que un día, podría caminar a su lado no como amigo sino como pareja. Sacudí la idea de mi cabeza y me levanté. Caminé hacia la compuerta y me paré unos segundos frente a ella. Me dije :

"Zero sólo se retiró porque tenía un asunto pendiente y simplemente lo había olvidado. Además el tema de seguro ni le interesaba..." Hice una pausa y luego murmuré con un vacío en el corazón : "Yo no le intereso..."

Salí de mi habitación.

Rondé un poco por los pasillos del MHHQ, pensativo. Quizás nunca le podría gustar, pero tenía que cumplir la promesa que me había hecho a mí mismo el día anterior. No importaba si me respondía que para él yo sólo era un amigo, tenía que declarármele : no pudiera morir en paz si no le decía cuánto lo amaba – ¿y quién sabía qué tan pronto llegaría esa misión de la cual él, o yo mismo, no regresaría?

En el camino, me encontré con Axl que iba rumbo a la cantina y quise aprovechar para preguntarle sobre su noviazgo con Marino.

"¡Hola Axl!"

"Oh, ¡hola! ¿Qué hay?"

"¿Estás ocupado? Es que quería que me aclares unas cuantas cosas... Pero si te estorbo, no dudes en decirme."

"Ay X, ¡siempre tan decente y educado! Sabes que no hay problema. Ven, dime."

Sonreí tímidamente. Axl era menos alto que yo, siempre se le veía lleno de alegría, no tenía pelos en la boca y tenía una pequeña reputación de pervertido – ¡todavía no le perdono el comentario de la habitación! Pero cuando llegó al MHHQ tuvimos algunos choques... Yo no quería dejarlo ser un Maverick Hunter y él era un Reploid con una cabeza dura. Al final, logró demostrarme que era capaz y responsable y lo acepté. Y no me he arrepentido desde entonces.

"Primero quería desearte las felicidades a ti y a Marino. ¿Cuándo empezaron a salir juntos?"

"Oh, eso. Pues la verdad es que ya rompimos. Mejor dicho, ella rompió. Se sintió mal por Massimo. Yo por otro lado quería seguir con ella para poner a Nana celosa pero-"

"¿Qué? ¡Espera! ¿Ya rompieron? ¿Y dices que querías poner celosa a Nana? ¿Entonces ella te gusta?"

"Ven, salgamos, así estaremos más tranquilos y podré contarte todo."

Nos dirigimos a la entrada principal de la base y salimos. Eran la cinco y media de la tarde y el clima estaba maravilloso. Nos sentamos lado a lado sobre la hierba artificial y Axl empezó :

"Entonces, como decía... Esta mañana le propuse la idea a Marino, justo después que pasé a visitarte en la enfermería. Ella dijo que sí, pero no porque estaba interesada en mí, sino por pura y simple diversión. Y me lo aclaró. Yo igual, quería ver si Nana se ponía celosa."

"Entonces te gusta Nana..."

"Sí... Pero me salió el tiro por la culata... Se molestó mucho más de lo esperado... Desde que me vio besando a Marino no me ha hablado en todo este tiempo."

Me rodó una gota por la frente.

"Desde esta mañana quieres decir..."

"¡Sí! ¡Y es terrible! ¡No sé qué hacer!"

La expresión de su rostro era la de un condenado cuya cabeza iba a ser cortada en una plaza pública. Al principio me pareció caricaturesco pero después empezó a darme pena.

"Bueno, al menos sabes que Nana retorna tus sentimientos... Si se molestó tanto es que te quiere mucho." Le dije.

Al oír esto, se le abrieron los ojos en grande y se quedó paralizado.

"¿Axl?"

Pero aún no reaccionaba. Alarmado, lo sacudí bruscamente.

"¡Axl! ¿Qué te sucede?"

Una formidable sonrisa se dibujó en su rostro. Luego dirigió su cara hacía mí con una sonrisa que ya me estaba comenzando a asustar, y en un cerrar de ojo y a mi completa sorpresa, me plantó un beso en la boca con todo y sonido.

"¡Sí! ¡Nana me ama!" Exclamó mientras me abrazaba.

Extremadamente sonrojado, me había quedado paralizado con asombro y no lo había abrazado de vuelta. Axl lo notó y me soltó.

"¡Oops! ¡Lo siento, no fue mi intención, fue la emoción! ¡Oh, y además hizo rima!"

Y no pudo parar de reírse. El shock empezó a dejarme pero no lograría olvidar lo que había sucedido así de fácil.

"Axl, eres un tonto..."

Suspiré. Axl estaba loco de remate. Pero más loco estaba por Nana. De verdad se le veía feliz. Increíble... Quienes los conocían nunca creerían que los dos estaban enamorados el uno del otro : generalmente se la pasaban discutiendo. Que irónica podía ser la vida. Estaba feliz por él, no hay nada más maravilloso que un amor correspondido. Por eso quise dejar a Axl en su euforia y me levanté. Pero antes que pudiera retirarme, me agarró la bota y me dijo :

"¡Gracias por aclararme las cosas, X! Si hay algo que puedo hacer por ti, cualquier cosa, me dices. Lo haré con mucho gusto."

Ya se le había desvanecido la locura, ahora estaba serio. Y para ser honesto nunca lo había visto tan convencido.

"¿Cualquier cosa?" Reflexioné. "Justamente, hay algo que quería pedirte..."

Contemos las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora