Charlotte estaba tan preocupada por mi, que decidió quedarse a dormir conmigo. Estaba muy segura que lo hacía para ver que no me pasara algo más.
Charlotte había pedido el día de hoy como descanso en el trabajo, el jefe comprensible, le dio el permiso.
Después de unas cuantas horas, el sol se escondió tras las nubes y comenzó a llover. Era una tormenta fuerte y desastrosa, que al poco tiempo comenzó a caer granizo.
Era reconfortante la lluvia, hacia que el calor disminuyera y que pasara de ser un calor infernal a uno cálido y acurrucador. Decidimos ver un poco de televisión y charlar de cualquier cosa que se nos ocurriera.
-Este chico, a pesar de que apenas lo vamos conociendo, es muy lindo, es diferente. No lo voy a negar, el realmente le da un aire al estúpido de Thomas -Dijo repentinamente, causándome un vuelco al corazón.
Charlotte miró al techo y disfrutó de la hermosa vista que tenía frente a sus ojos. En cambio, yo tenía la vista perdida.
Las palabras de Charlotte me habían dejado pensativa y estremecida.
Todo parecía complicarse a medida que sucedía, y de alguna forma, odiaba meterme en el amor sabiendo que apenas había salido de el. Estaba aterrada y fastidiada.
-Esto del amor es muy complicado- Dije suspirando y volteando a ver al techo.
-¡¿Eres tonta?! El amor no es complicado, es simple, nosotros lo complicamos-Hablo con un tono de mala gana.
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Di un gran suspiro y dejé caer mi cabeza a la pared.
-Sabes, aún no olvido cuando conociste a Thomas, llegaste a mi casa tan feliz. Nunca en mi vida te vi así de feliz, así que en ese momento, supe que era algo bueno lo que te había sucedido para que estuvieras de esa manera-Ella hablaba de una manera tan feliz, su sonrisa grande y sus ojos lo decían.
Yo no pude evitar sonreír con nostalgia, pues aquel recuerdo era de Thomas, aquel chico que se robó mi corazón y luego una ves que lo obtuvo, lo desechó.
-Cuando se fue, durante mucho tiempo iba al lugar donde lo vi la ultima vez. Solo con la esperanza de que iba a volver con una explicación coherente, pero me rendí, y supe que no iba a regresar-Mis ojos se lagrimearon nublándome la vista y sintiendo aquel nudo en mi garganta.
Aún no estaba bien para ser feliz como lo era cuando estaba con Thomas.
Charlotte notó mi estado de ánimo al hablar del tema.
-Linda, cuando me contaste de Thomas, aquel chico distinto a los demás, el que te ayudaba y resolvía tus problemas sin que tu le pidieras ayuda, supe que era el indicado- Charlotte se inclinó un poco demostrando exageración sentimental al hablar y en sus expresiones faciales -De haber sabido que te iba a lastimar, te hubiera detenido- Comenzaron a caer lágrimas de sus ojos, recorriendo sus mejillas. Su llanto era lento y muy pacífico.
