Capitulo ocho

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El viento soplaba con fuerza, el sonido de los grillos era lo que más llamaba la atención del lugar entero; no el lago y tampoco el hermoso puente de madera. Para cualquier persona no le importaría mucho, pero en cambio para mi, era un lugar acogedor y reconfortante. Había pasado demasiadas cosas en ese lugar y eso hacía que lo amara por completo, sin mencionar el paisaje que era sumamente hermoso y excepcionalmente ordinario. Ahí estaba yo, bajo las estrellas relucientes, con el viento en mi cara, con mi vista en el agua, mientras disfrutaba de la textura del puente.

El sonido de la naturaleza era aquello que me consolaba. Estaba tranquila y ninguna sensación abrumadora me invadía, sin embargo aquella paz en mi no duró mucho, pequeñas y pacíficas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, después de rodar por mi rostro, caían al agua, envolviéndose al lago.

Un llanto silencioso y sutil se hacía presente

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Un llanto silencioso y sutil se hacía presente. Mis sentimientos nacían como una flor que se abre por primera vez al mundo, el nudo en mi garganta se hacía presente causándome molestia como una piedra en el zapato. Mi cuerpo demandaba sentir y yo solo me dejaba fluir.

Charlotte y mi padre al momento de llegar al único lago de todo el lugar, se quedaron en el auto preocupados, dejándome espacio.
Mientras lloraba y me unía a la tranquilidad de aquella noche, mi mejor amiga volteaba a verme sin cesar.

A pesar del frío que tenía, no movía ni una sola parte de mi cuerpo, mi mano estaba en mi rostro, recargada en el barandal de madera y mi cuerpo pegado a cada barrote de este mismo.
Pasaron los minutos con rapidez, pero mi vista estaba concentrada en el agua que fluía con calma, que no lo había notado.

Cuando mi mirada se perdió y mi mente divagaba por el pensamiento, Charlotte bajó del auto, y con grandes zancadas se acercó, uniéndose a mi al mirar todo el lugar a detalle. Cuando me di cuenta de su presencia, con confianza, le dirigí una mirada desgarradora. No seque mis lágrimas como normalmente lo haría, quería que Charlotte se diera cuenta de ellas.

-La noche sin duda es hermosa.- Comento con calma y continuo después de respirar profundo. -El viento sopla fuerte y ni hablar del frío que hace, vamos cariño, regresemos a casa.- Me tomo del brazo con calidez, preparada para irnos.

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𝑆𝑡𝑎𝑟 𝐶𝑜𝑓𝑓𝑒𝑒 | • | Asher Angel | • | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora