A costas de - 01: El camino

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Mi cabeza retumba al igual que el resto de mi cuerpo. Puedo sentir a cada segundo el movimiento del vehículo ya que mi espalda y mis brazos se golpean en el cuero del asiento.

Estoy recostado. Mi cabeza está apoyada sobre una ligera almohada.

Abrí mis ojos lentamente e intenté levantarme, pero mi cuerpo lo impedía, el dolor era más notorio.

Al moverme y quejarme escuché una voz femenina, la misma voz que escuché antes de quedarme dormido.

-Eli... -Susurré

En ese instante giré mi rostro hacia una silueta. Una mujer de cabello largo y obscuro se levantó y se acercó a mí. 

Definitivamente no es Eli.

-¿Dónde estoy...? -Dije alzando un poco la voz. 

-Ro. ¡Ro, está despierto! 

-¡Aléjate de él! -Gritó el conductor, con una voz temerosa pero grave.

-No. Él está bien, dijo un par de palabras...

-¿En donde estoy? 

Mi respiración se corta, siento que el aire no entra por mi nariz y mucho menos llega a mis pulmones. 

-Tranquilo. -Dijo la chica frente a mí, que al acercarse pude notar sus ojos verdes.

Miré hacia el techo del vehículo y luego dí un vistazo por todo el lugar. Es una van bastante amplia, de asientos de cuero que rodean el centro y la puerta deslizable.

Mi brazo cayó cuando la van se detuvo, el dolor se hizo presente, pero aún así logro sentir el afelpado del suelo. 

La chica frente a mí ayudó a colocar mi brazo sobre mi estomago una vez más. Mis quejidos fueron leves, pero por ellos la chica frente a mí se nota preocupada.

-Trata de descansar, amigo. 

-¿Donde está Elizabeth?

-¿Quién?

-Eli... mi amiga.

-Estabas solo, tirado en la calle. -Dijo la voz masculina.

Entonces giré la mirada hacia el asiento del conductor, el doblar mi cuello dolió un poco.

Es un muchacho que con su corta barba lo hace parecer un poco más adulto que yo, su cabello negro es igual que el de la chica, y tienen un parecido es sus facciones.

-Estabas siendo pisoteado por medio mundo mientras las llamas se acercaban a ti, amigo. Tuviste suerte.

No pude recordarlo muy bien, solo tenía pequeños vistazos del suelo, las llamas, y la gente pasando por sobre mí gritando. 

-Gracias... Muchas gracias, chicos.

La van comenzó a avanzar un  poco, al parecer el atochamiento no es tan grave.

-Dime qué fue lo que pasó. ¿Como terminaste en el suelo? ¿Tú manejabas algún vehículo?

Y al visualizar esa imagen pude recordar bien lo que ocurrió, que me quedé mirando el hipnotizante fuego como si por primera vez lo viera, y que ví a Eli corriendo entre la multitud.

-Mencionaste a una chica, Elizabeth. ¿Ella estaba contigo?

-Es mi mejor amiga... Tengo que ir con ella.

-Si, prometo ayudarte a buscarla, pero primero debemos ir a casa, a unas cuadras de Ocean Beach.

-¿En donde estamos?

-Estamos a medio camino, justo al lado del Golden Gate Park. -Dijo el chico.

Suspiré. 

-¿Como te llamas? -Preguntó ella.

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