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-¡Bianca, a desayunar!- oí gritar a Narcissa desde el piso de abajo.

Me despertó y miré hacia la mesita de noche para ver la hora, las 9 de la mañana, todavía podía haber estado durmiendo un rato más pero por lo visto Narcissa no quería.

*¡Qué narices es tan importante como para dejar de dormir!*

Bajé las escaleras y entré en la cocina, donde estaban desayunando Draco y su madre. Ésta última tenía al lado dos sobres hechos de pergamino amarillento, agarré el sobre que llevaba mi nombre y me senté al lado de DracO.

-¡Mi carta de Hogwarts! ¿A ti también te ha llegado?- pregunté.

-Obviamente, no creerías que ibas a ir tú solita sin mí.- dijo riéndose.

-Ja, ja, ja

-Chicos -nos llamó Narcissa. -mañana iremos al callejón Diagon a comprar vuestro material, preparad las cosas.

Terminamos de desayunar y nos subimos a mi habitación a hablar.

-Bianca- me llamó Lucius desde la puerta.

-¿Sí?- pregunté algo confundida, ya que nunca se tomaba la molestia de hablar conmigo.

-Quiero darte algo- aclaró y salió de la habitación, haciendo un gesto para que le siguiera.

-¿Qué pasa?- pregunté mirándole con curiosidad.

-Verás, tu padre te dejó una carta antes de morir, y quería que la leyeras antes de entrar en Hogwarts. Así que ya que te ha llegado la carta, creo que es momento de que te la dé.- dijo sin demasiado interés en lo que hacía mientras me entregaba la carta.

-Emm, gracias, supongo.- respondí mirando el sobre que tenía en las manos. Le di las gracias a Lucius y volví a mi habitación. Draco ya no estaba así que aproveché para leer la carta.

Estaba bastante nerviosa, no sabía casi nada de mis padres ni de mi familia en general, no me acuerdo mucho de ellos, se que ambos murieron cuando yo era pequeña y que tengo un tío en Azkabán, pero por lo que dice Lucius, es mejor que no sepa mucho de él.

Cerré la puerta de mi habitación antes de sentarme en la cama y después de mirar por un buen rato el sobre me decidí a abrirlo.

Querida Bianca,

Si estás leyendo esto significa que este año entrarás a Hogwarts, no podría estar más orgulloso de ti. Solo quería decirte que aproveches cada minuto y cada segundo que pases allí, es el mejor lugar del mundo.                                                                                                                                                               Da igual en qué casa quedes, Slytherin, Gryffindor, Hufflepuff o Ravenclaw, todas son geniales, lo único importante es que estés a gusto en ella. No cometas el mismo error que yo y  no tengas muchos prejuicios con la gente.                                                                                                                               Voy a darte un pequeño consejo, no abandones jamás a tus amigos, ¿vale? Sé leal a aquellos que quieres y no eches a perder ninguna amistad por culpa de chorradas. Vas a necesitar amigos para superar todas las dificultades. Ahora no sabes el por qué, y no creo que sea el momento idóneo para decírtelo, pero es posible que tus próximos años en Hogwarts sean algo intensos, pero por ahora, estás segura, sobre todo con Dumbledore como director.                                      Bianca, por favor, no seas como yo, elige el buen camino, e intenta hacerle el menor daño posible a la gente. No hagas nada que no quieras hacer solo porque te lo diga alguien más. Pero, sobre todas las cosas, ayuda a aquellos que quieres.                                                                                         No te preocupes, no creo que sea la última vez que sepas algo de mí, no creerías que iba a dejar a mi hija así como así. No te creas nunca lo que te digan de mí o de tu familia, llegará el momento en el que lo entiendas todo, no te preocupes.                                                                            Disfruta tu primer año, te quiero muchísimo, nunca lo olvides.

Bianca Black en Hogwarts //1// 《D.M》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora