Capítulo 18

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A la mañana siguiente Gulf despertó y observó que Mew no se encontraba a su lado. Aún somnoliento se levantó y fue a su encuentro. Buscó por casa pero no había ni rastro del mayor. Salió a fuera y vio a su guapo novio que lo esperaba en la playa.

-Al fin despertaste mi hermoso Gulf.

-¿Qué haces aquí? Y.. ¿Qué es eso?.-Contestó observando un bonito barco que había atracado en el pequeño muelle que había.

-Este es nuestro plan para el día de hoy.

-¿Pero tú sabes manejar eso?-Dijo sorprendido el menor.

-Sí mi vida, y hoy aprenderás tú.

Sin tiempo que perder los chicos se montaron en aquel barco y comenzaron su paseo. Mew era un experto al mando. Mientras Gulf se dejaba llevar, tomaba el sol disfrutando de las hermosas vistas. 

-Ven, acércate.

Gulf obedeció y se acercó al mayor. Este lo puso al frente del timón y el se quedó tras él rodeándolo con sus fuertes brazos. Mew guió a Gulf sin separar sus manos de las del otro. Gulf se creía sentir en el paraíso. Estaba al mando de un barco, en aquel maravilloso lugar y todo junto al hombre que le había devuelto su felicidad multiplicada por mil.

Los jóvenes llegaron a una pequeña isla desierta. Una vez que se bajaron del barco Mew tiró del menor que lo siguió sin quejas. Atravesaron una frondosa vegetación donde las palmeras predominaban y llegaron a una estructura de madera.

-Aw.. ¿Qué es este lugar Mew? Es realmente bonito.

-No tanto como tú, pero sí. Lo es. Este es mi lugar secreto.

-¿Cómo es eso?

-Esta isla como puedes observar está totalmente desierta y debido a que no se puede explotar al máximo no resulta muy interesante para otras personas, entonces rara vez alguien aparece por aquí. Cuando mi madre aún vivía pasábamos mucho tiempo en familia en la casa de la playa. Esa estructura que ves la construimos entre mi padre y yo. Una vez que mi madre murió mi padre dejó de venir, pero yo lo seguía haciendo. Venir a este lugar me hace recordar aquellos momentos felices. Por eso quería compartir contigo este lugar.

-Gracias mi vida, por compartir algo tan especial conmigo.

-¿Mi vida?.-Preguntó un asombrado y divertido Mew.

-Es en lo que te has convertido, así que ahora no te quejes.-Respondió el menor arqueando sus cejas.

Eso se le hizo tierno a Mew quién lo abrazó y besó. Ambos entraron a aquella estructura. Aunque solo eran trozos de madera apuntillados estaba bien cuidada y tenía mucho encanto. Los chicos pasaron un largo tiempo allí entre besos, caricias y risas. De repente Mew sacó algo de su bolsillo.

-Mi hermoso Gulf ¿Pasarías el resto de tu vida junto a este hombre que te ama con locura?.-Preguntó sacando un bonito anillo de plata.

Gulf se quedó sin palabras. Mew ¿Le estaba pidiendo matrimonio? Aquel maravilloso hombre ¿Quería comprometerse con él por el resto de su vida?

-Mew.. esto..

-Sí mi amor, esto es una proposición en toda regla. Tengo claro que eres el amor de mi vida. No quiero separarme de ti jamás y quiero que el mundo entero sepa que eres mío y solo mío.

-Sí Mew, quiero pasar contigo el resto de mi vida.

Mew abrazó al menor y con lágrimas en sus ojos le puso el anillo a Gulf el cual lo recibió encantado. Acto seguido el se puso otro a juego.

-Entonces... ahora ¿Estamos comprometidos?.-Preguntó Gulf.

-Sí mi hermoso Gulf, y no veo el momento en que llegue el día de hacerte mi compañero de vida, mi amante, mi esposo.

¡Maldita sea mi suerte!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora