Capítulo 17

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Los días pasaron. El jueves llegó y como había prometido Mew, llegó y recogió a Gulf que lo estaba esperando en la puerta de su piso. Junto a él había una pequeña maleta tal y como le había indicado el mayor.

-¿A dónde vamos?- Preguntó un curioso Gulf mientras se montaba en el coche de Mew.

-No seas ansioso mi hermoso Gulf, todo a su debido tiempo.

El coche se puso en marcha. Gulf observó como salían de la ciudad. La verdad es que tenía mucha curiosidad por ver a dónde irían. Pero el menor no preguntó más, el confiaba plenamente en Mew y sería capaz de ir al fin del mundo con él si este se lo pidiera.

El trayecto trascurrió de forma muy amena, ambos escuchaban música mientras hablaban y hacían bromas. Hubo un momento en que el sueño venció al menor y se quedó dormido. Tras cuatro horas de camino los jóvenes llegaron a su destino. Mew decidió bajar el equipaje antes de despertar al menor. Una vez dentro el equipaje Mew decidió despertar a su novio.

-Amor, despierta.

-Aw.. cinco minutos más.-Dijo entre sueños.

-Cariño, ya llegamos.

Gulf se frotó los ojos y los abrió percibiendo de inmediato dónde se encontraban. Estaban en una pequeña casita frente a una playa solitaria. El menor se apresuró a bajar del coche y observó con detenimiento aquel hermoso lugar.

La casa se encontraba entre una gran arboleda. Por un lado tenías un frondoso y verde bosque, y por otro el cristalino y azul mar. Gulf decidió andar hasta la orilla del mar, una vez el agua bañaron sus pies se sintió increíble.

-¿Te gustó la sorpresa bebé?

-Mew, esto es impresionante. Jamás imaginé que existiera un lugar tan bonito como este.

-Un lugar bonito para un chico muy bonito.

-¿Cómo descubriste este lugar?

-Esta casa es de mi familia, aunque realmente el único que viene a ella soy yo porque mi padre siempre está muy ocupado.

-Vaya... seguro que traes a todas tus conquistas aquí.-Reprochó un celoso Gulf.

-Eres a la primera persona que traigo aquí, ¿Desde cuando eres tan posesivo?.-Respondió Mew soltando una carcajada.

-¡Bastardo!.-Gulf fue a golpear al mayor cuando este lo agarró del brazo y lo atrajo hacia él. 

Mew abrazó su cuerpo mientras el sonido de las olas amenizaban aquel romántico momento. Mew comenzó a besar los labios del pelinegro, y el otro se dejó hacer.

-Me encantaría hacerte el amor aquí mismo, pero debemos comer algo.-Mew cogió la mano del menor y este le siguió encantado.

Una vez dentro de la casa Gulf observó como había una bonita mesa adornada con velas y unas hermosas flores. 

-Ahora siéntate y déjame servirte.-Mew siguió hasta la cocina.

Mew salió con una bandeja y la colocó sobre la mesa. En ella había tallarines de todo tipo, arroz, carne asada, verduras y muchos platos más. Gulf miró la bandeja impresionado.

-Jooii.. ¿A quién más invitaste? Es mucha comida.

-Como no sabía que plato era tu favorito decidí cocinar todo esto.

-Aw.. ¿Lo has hecho todo tú?

-Sí, todo sea por consentir y mimar a mi hermoso Gulf.

Ambos se dispusieron a comer. Para acompañar la comida Mew abrió una botella de vino y los jóvenes brindaron por un futuro juntos, lleno de amor y felicidad. Una vez terminaron de comer Gulf se levantó de su asiento y se acercó al de Mew, sentándose sobre él a ahorcajadas.

¡Maldita sea mi suerte!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora