¡Maldita sea mi suerte!

Capítulo 2

Estaban en una cafetería a las afueras de la universidad cuando el teléfono de Gulf sonó, el miró nervioso, eso podía ser un aviso de que la adjudicación para las prácticas ya estaba en la plataforma de la universidad.

Efectivamente, así fue. Sus manos temblaban, empezó a sudar y abrió el documento donde estaba escrito su destino. Bright que estaba al otro lado lo observaba sin decir nada, esperando que este le dijera algo, pero Gulf no decía nada. Sólo miraba su móvil con los ojos desencajados y la cara tan pálida que pareciera que se iba a caer desplomado de un momento a otro.

-Gulf dime algo hombre, me estás preocupando ¿Estás dentro en Metawin?- Bright sabía lo importante que aquello era para su amigo, y lo mucho que se había esforzado por ser el primero en clase y tener unas notas impecables.

-Estoy dentro-Dijo Gulf con la voz temblorosa.

Bright pegó un salto y abrazó a su amigo. Se sentía muy orgulloso y feliz por él. 

-Esto si hay que celebrarlo, y no me puedes decir que no.

Gulf seguía en shock, estaba dentro de una de las academias de más prestigio de todo el país, por no decir de todo el mundo. Tuvieron que pasar 10 minutos hasta que este reaccionó.

-No lo puedo creer Bright, lo he conseguido, esto tiene que ser un sueño-Dijo tranquilo.

-¡Un sueño mi trasero! Has luchado mucho por eso amigo, ¡¡ESTÁS DENTRO!!

Los amigos se encaminaron hacia un bar no muy lejos de allí, había mucho por lo que celebrar.

Al día siguiente Gulf se despertó antes de tiempo. Tenía que hablar con su tutor académico y poner en marcha todo para su pronta incorporación a la Academia Metawin. 

-Ey Gulf ¿En qué tanto piensas?- Dijo Mild

Mild era un compañero de clase de Gulf con el cuál se llevaba muy bien. 

-Pienso que debería buscarme un cuarto para vivir, si voy a estar en Metawin, lo conveniente sería buscar algo más cerca ¿Tú que crees?

-Lo veo una excelente idea pero ¿Te lo puedes permitir?

-Ahí está el problema, aunque en mi casa no pasamos necesidades tampoco puedo permitirme un cuarto para mi solo, debería buscar algo compartido.

-Pues sí Gulf, ahora y que tengas suerte y encuentres a un buen compañero.

Gulf se quedó pensativo mientras sonaba el timbre avisando de que la clase había terminado. Tras su clase Gulf se dirigió hacia el despacho de su tutor, tenían que resolver varios asuntos.

Bright había decidido hablar con Nnevvy, había quedado con ella en su piso para poder así hablar más tranquilamente.

Llamaron a la puerta, y cuando abrió allí estaba esa hermosa chica de piel blanca y cabellos oscuros. Bright le hizo un gesto como indicando que podía entrar. La chica entró pero se quedó de pie, esperando alguna palabra por parte de Bright.

Bright por el contrario se encontraba muy tranquilo, se echó en su sofá color café y esperó a que Nnevvy dijera algo al respecto.

-¿No vas a decirme nada Bright? 

-¿Qué esperas que diga?

-No sé, una DISCULPA por haberte marchado sin avisar, por dejarme con cara de tonta delante de mis amigos.

-No lo vi necesario, tampoco te interesó mi opinión acerca de nuestro futuro, por lo tanto no creía que fuera importante avisarte de que me iba o no. 

-Eso no es cierto cariño-La chica empezó a calmarse, sabía que con Bright no servía de nada los escándalos, él era una persona calmada y seria.-Yo siempre tengo en cuenta tu opinión. Pero a veces no piensas en el más allá, y lo tengo que hacer yo por ti.

-Si no lo hago será porque prefiero vivir el día a día y no pensar en el futuro.

-Pero es importante hacer planes, y si eres mi novio, mis planes serán tus planes.

Bright se quedó callado, a él nunca le había gustado pensar en el futuro lejano. Él mejor que nadie sabía que la vida podía cambiar de un momento a otro, sin necesidad de planearlo. Eso le quedó muy claro el día que perdió a su madre. Aún recordaba la sonrisa de ella mientras se despedían, ella lo llevaba en coche la escuela para luego ella seguir hasta su trabajo. Pero nunca llegó. Un accidente de tráfico se la arrebató y desde entonces no quería pensar en el mañana, si no en el ahora, en el hoy.

Bright no tenía ganas de discutir, así que atrajo a la chica hacia su cuerpo y la abrazó. Cerró los ojos y aspiró su perfume. Ella le devolvió el abrazo y comenzó a besar su cuello. El ambiente se volvió cálido, él empezó a devorarla con la mirada hasta que Nnevvy agarró la mano de él y lo arrastró hasta la habitación, Bright se dejó hacer.

La semana transcurrió sin novedades, tras la reconciliación de Bright y Nnevvy, Malai estaba más que contenta y eso tranquilizaba a Gulf quién por otra parte tenía sus propias preocupaciones internas.

Estaba nervioso, en una semana comenzaría con sus prácticas y debía prepararse para ello. Entrenaba todos los días, se sumergió en una búsqueda exhaustiva sobre Metawin, quería estar preparado.

Gulf le comentó la idea de buscar un cuarto a sus padres, ellos lo animaron, siempre y cuando se lo pudiesen permitir. Gulf sabía los límites que tenía.

Cuando le contó a Bright, este se quedó pensando. Él tenía moto, por lo que no le importaba desplazarse de un lugar a otro de la ciudad, por lo que compartió su idea con Gulf.

-Oye Gulf, y si ¿Vivimos juntos?

-Bright, el fin de buscarme un cuarto es para estar más cerca de Metawin y tú vives justo en la otra dirección.

-Ya bueno, pero sabes que a mi me gusta vivir alejado y no en todo el centro, y como tengo la moto no me importa para un lado o para otro. Así que podemos buscar algo para los dos cerca de Metawin ¿Qué dices?

-¿Hablas en serio? Creía que estabas muy feliz con tu piso, viviendo solo y lo más importante cerca de Nnevvy.

-Bueno, quiero ahorrar, ya sabes que mi tía me ayuda en todo lo que puede y quiero ir ahorrando para que pronto pueda prescindir de dicha ayuda.

-¿Y que hay de Nnevvy?

-Ella lo entenderá, supongo. De todas formas voy a alejarme un poco, no es que me vaya de la ciudad Gulf.

-Visto así, está bien. ¡Me parece una gran idea! ¿Con quién mejor que con mi mejor amigo para compartir piso?