03

5.2K 320 158
                                    

Quererte no es cosa de suerte.

-¿Que haces acá? -dije mareada mirando al castaño.

-Estas re mal, no podes estar así.

-Estoy bien, no estoy tan en pedo -dije soltandome de su agarre, y relativamente no estaba bien, casi me caigo.

-Veni, te voy a comprar una botella de agua -dijo agarrándome para no caerme.

Me dolía la cabeza, no estaba consciente de lo que estaba pasando, pero de que me estaba por desmayar, no tenía dudas.

-¿Que le pasó? -dijo Sofía preocupada.

-Esta muy borracha, cuida que no se vaya, yo voy a comprarle un agua -agregó el castaño colándose en la fila para comprar la botella.

-¿Te sentís bien? -agregó la rubia gritando por lo alto que estaba la música.

Asentí.

Ese movimiento me hizo doler un montón la cabeza, hasta que llegó Chase y me extendió la botella.

-Tenes que estar sobria Josefina, vas a terminar en el hospital -cada vez se estaban preocupando más.

La rubia empezó a rebuscar en su bolso, tiraba todo lo que le cruzaba para encontrar unas pastillas para el dolor de cabeza, me dió una y la tomé con la botella que me había dado Chase; después de unos 15 minutos ya me sentía mejor.

-Te dije, el vodka pega después de una hora; no por eso tener que tomarte una botella entera -dijo bastante enojada.

-Bueno perdón -dije tocandome la cabeza, ya no sentía tanto dolor -Igual no tomé tanto, no me vas a creer pero es la verdad.

-¿Te sentis mejor? -preguntó el castaño tocandome la frente.

-Si -dije sacando su mano -Pero me sigue doliendo la cabeza.

-Bueno, vamos a casa entonces -agregó Sofía sin tener opción.

-Voy a estar mejor en unos minutos, déjame nomas.

La rubia negó.

-Vos no te separas de mi, yo no me separo de vos, ¿Te acordás?

Asentí.

Regla número uno en los boliches.

6:00 a.m.

Ya estábamos cansados, me había divertido bastante después de haber casi tenido sobredosis de alcohol, lo restante de la noche me la pasé bien.

-La próxima tomas medio vaso de Corona y listo -agregó la rubia subiéndose al auto.

-Me duelen los pies -dije apoyandome en el respaldar del asiento para descansar -¿Vos no tomaste nada? -agregué mirando al castaño.

Este asintió, pero en toda la noche no lo había visto tomar nisiquiera un vaso de fernet.

-Un poco.

𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 - 𝘤𝘩𝘢𝘴𝘦 𝘩𝘶𝘥𝘴𝘰𝘯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora