07

3.5K 253 144
                                    

No lo estamos tomando en serio.

Ya había pasado una semana desde que Chase me besó, simplemente seguimos haciéndolo sin pensarlo dos veces, no éramos conscientes de lo que estaba pasando, pero no niego que se sintió bien.

Además faltaban horas, ¿Para qué? Para un viaje.

Todos los años los diferentes años de la escuela organizaba un viaje, primer año iban a un lugar, segundo a otro, así, y quinto iba a Córdoba.

Chase todavía se sentía mal, pero no tanto como antes. Mamá nos dijo que bajaramos a las ocho de la noche, por que la mayor parte del día estabamos en la pieza.

Así que esperé, cuando ya era la hora bajamos.

—A ver, ¿Para qué querías que bajemos? —agregué curiosa.

—Por mañana —agregó —Escuchenme, no se separen de sus compañeros ni de sus profesores, por que aunque este envejeciendo se perfectamente que fueron al boliche un día donde vos —me señaló —Estabas castigada, y se que son capaces de irse por ahí y hacer cagadas, así que si me entero que hicieron algo no salen por una semana entera.

Yo y Chase quedamos helados.

—¿Y por que no me cagaste a pedo? —agregué confundida.

—Son adolescentes, eso es lo que hacen.

—Es un campamento, lo más probable es que nos separemos para ver que onda el lugar pero aparte de eso no creo —agregó el castaño.

—¿Ya prepararon todo? ¿Llevan ropa? ¿Abrigo? Puede hacer frío.

—Si —dije antes de que siga preguntando —Ya tenemos todo, no tenes que preocuparte tanto.

—Tengo que cuidarlos, es deber de mamá.

Esperaba tanto el día de mañana que hasta no me enojaba por nada, tenía buen humor y estaba emocionada, no quería dormir.

—Mañana a las dos de la mañana los quiero despiertos.

—Para eso ni duermo —agregó el castaño.

—Mal —agregué.

—Duerman ahora, yo a las una y media los despierto y vamos a la escuela, allá me dijeron que iban a estar los colectivos.

Nosotros asentimos y subimos para descansar unas horas, por la emoción supondría que no querría dormirme mientras llegábamos a Córdoba.

Quedamos en sentarnos en el fondo, yo con Sofía y Chase atrás con Gonza.

1:28 a.m.

Los gritos de mamá me habían despertado, ya casi era la hora del viaje, estaba tan emocionada que quería hacer todo lo que una vez no pude.

No tardé mucho en levantarme, pero seguía teniendo sueño. Fui al baño y llevé las maletas abajo para después no subir de vuelta.

Mamá prendió el auto y subimos todas las maletas, mi celular lo tenía a mano, así que ya teníamos todo.

—¿Ya está todo? —preguntó Chase apoyando su brazo en el auto.

𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 - 𝘤𝘩𝘢𝘴𝘦 𝘩𝘶𝘥𝘴𝘰𝘯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora