un amor imposible ¦ shrekbin

Capítulo dos

Tan pronto como llegué me perdí, no conocía a nadie y no sabía dónde me encontraba.

Podía ver el gran Castillo de Reino que sobresalía entre las montañas. Suspiré. Tenía que encontrar un trabajo pronto. Por suerte, era de mañana y tenía tiempo suficiente para buscar trabajo.

Después de varias horas, había recorrido todos los establecimientos de medio Reino y aún no había trabajo para mí. Pensando en mi miseria no me percaté de que había alguien en frente de mi y tropecé y con aquella persona como en las películas románticas piteras.

—Lo siento, ¿estás bien?— me dijo la voz más hermosa que había escuchado en toda mi vida.

Cuando levanté la vista todo pareció ir en cámara lenta, me encontré con unos hermosos ojos marrón lodo y una enorme boca verde, era el ogro más caliente que había visto en mi vida.

—Ehhh... si, claro. Disculpame no estaba viendo mi camino y soy muy torpe.— hablé demasiado rápido y nerviosamente arrastré un mechón de mi cabello atrás de mi oreja coquetamente.

—Está bien— él me sonrió y me sentí cegado por tal belleza por un momento. —¿Eres de por aquí?— me preguntó.— Nunca te había visto por acá.

—No. Recién hoy llegué. Busco establecerme aquí. De hecho estoy buscando trabajo.

—Oh, escuché que en oxxo de la esquina están buscando un trabajador.— me sonrió.

—¿En serio?— era perfecto, no era lo que esperaba pero peor es nada.

—Sí. Puedo llevarte allá, digo, si quieres.— evitó mirarme a los ojos mientras movía su pie nerviosamente.

—¡Si¡ Claro, por favor.

Y así nos encaminamos al oxxo.

—¿Cómo te llamas?— me preguntó.

—Changbin, ¿Y tú?

—Hermoso nombre como el portador. — Me sonrió con coquetería. — mi nombre es Shrek.

Y así en todo el camino Shrek me contó que él había nacido en muy muy lejano y que conocía el lugar a la perfección y se había ofrecido a enseñarme el lugar el fin de semana. Por supuesto que acepté, creí que había hecho mi primer amigo.

—Ya llegamos, es aquí.— interrumpió nuestra platica de pronto.

Efectivamente habíamos llegado. Estaba nervioso. Estaba a punto de pedirle que me acompañara cuando volteó demasiado rápido con un fuerte sonrojo.

—Es un placer haberte conocido Changbin, espero que podamos vernos pronto. Tengo que irme.— se acercó demasiado a mi. Mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza, cerré los ojos. Y de pronto sentí sus labios estampados en mi mejilla.

Antes de que abra los ojos o pueda pronunciar una palabra él se había esfumado. Me sentí triste. Ni siquiera le había pedido su número...