Una mujer de cabello plateado y escalofriante sonrisa se acercó a nosotros con un camarógrafo.
-Amigos, ¿Quieren jugar? Vengo premiando la fidelidad- habló.
-Eh, no gracias - habló Shrek, levantándose y tomando mi mano.-Nosotros ya nos íbamos.
-500 pesos si me dejas revisar tu celular.- habló de nuevo.
-Que no, gracias.- habló Shrek.- Changbin, vámonos.
-Espera.- le susurré a Shrek.
¿500 pesos? Me hacían falta, era horrible sobrevivir solo y en el oxxo no tenía el salario suficiente. Estaba tentado a la oferta pero no sabía lo que opinaba Shrek.
-Shrek.- le hablé. -¿Podemos jugar?
-¿Qué?- preguntó mientras fruncia el ceño. -¿En serio vas a caer en estás estupideces?
-N-no es que...
-¿Ves amigo? Tu novio quiere jugar, si eres fiel no tienes nada que ocultar.- la mujer puso sus manos en sus caderas y miró a Shrek retándolo.
Shrek me miró.
-Tengo que irme.
Sin más se fue, dejándome solo.
La mujer miró a la cámara hablando sobre infieles y cobardes y pobres chicos como yo de los que se burlan.
Caminé de vuelta a mi trabajo sin ganas de caminar o respirar. Mirando al suelo para que nadie pueda notar las silenciosas lágrimas que se me escapaban.
¿Por qué Shrek se había ido? Sabía que la había cagado pidiéndole participar cuando ni siquiera éramos novios, pero si de verdad quería algo conmigo no me ocultaría nada ¿Cierto?
Suspiré. Me sentía tan solo y cansado. La emoción en la mañana al verlo y la decepción más tarde cuando Shrek me dejó me habían agotado. No tenía con quien hablar o con quien desahogarme, Minho tan pronto como llegara se iría con su novio y yo me quedaría solo en el trabajo durante toda la tarde y al salir al llegar a la casa me sentiría incluso más solo que nunca.
Las ganas de llamarle a Felix me estaban consumiendo, él era el único amigo que había tenido en la vida.
Unas horas más tarde estando solo en el trabajo reflexionaba sobre llamarle a Felix. Mordiendo mi pulgar decidí llamarlo. Estaba nervioso, ¿Y si después de todo Felix se había rendido y ya no quería saber más de mi? Lo ignoré por bastante tiempo tenía toda la razón en hacerlo.
Al tercer tono una voz profunda me contesto.
-¿Changbin?
Era lo único que necesitaba. Escuchar su voz.
-Felix, lo siento.- sollozé.
-Changbin, cálmate, ¿De qué hablas?
-Ignoré tus llamadas por tanto tiempo y tu-tu no tenías la culpa de nada, yo sólo quería estar solo, pero ya no.- hablé.
-Tranquilo. Lo entiendo, necesitabas tomarte tu tiempo. ¿Dónde estás Changbin?
Le dije donde estaba y donde vivía. Le dije todo. Al día siguiente cuando desperté y mi mente se había despejado un poco me reproche y sentí un poco de arrepentimiento de haberle dicho todo. Él dijo que estaría viajando hacia acá de inmediato.
¿Por qué se lo dije?
Me alisté para un día más de trabajo. Lo hacía ya por monotonía. Suspiré cansado y tomé mis cosas.
Fui caminando ya que donde me hospedaba no estaba muy lejos del oxxo.
Entrando saludé a Minho quién estaba mirando su celular con el ceño fruncido.
-¿Ha pasado algo?- le pregunté.
-Rafa y yo hemos tenido problemas eso es todo.- su tono era áspero y no me miró.
Decidí no pregúntarle más. Así era Minho, bipolar la mayor parte del tiempo.
La mañana pasó rápida. Entre cliente y cliente. Observé el reloj; eran las 13 horas. Mi hora de almuerzo se acercaba.
De pronto Shrek entró a la tienda, con una mirada muy sería y se dirigió hacia mí.
No sabía que decirle, después de todo, no sabía si venía como cliente o si quería hablar conmigo.
-Hablemos.- me dijo, se dio la media vuelta y salió de la tienda.
Le hice señas a Minho de que ya volvía y salí. Shrek me esperaba en la acera mientras fumaba un cigarrillo.
A veces me preguntaba si Shrek era un fuckboy, tenía la actitud y la apariencia de uno.
-Lo siento por lo-
-Necesitamos dejar de vernos.- me interrumpió.
¿Qué? ¿Por qué? ¿Era por lo que había hecho?
-Shrek, si es por lo del otro día yo-
-¿Te has dado cuenta de lo que ocasionaste?- por fin me volteó a ver. -¿Al menos has mirado las redes sociales o los periódicos?- habló.
-No, yo-
-Changbin, yo de verdad quería tener algo contigo pero ya todo se fue a la mierda.- habló.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Shrek, por favor, yo no quería que-
-Me voy.- me dio una última mirada y se marchó.
Me senté en la acerca mientras las lágrimas caían, ¿Qué había sucedido? Me limpié las lágrimas lo más que pude y entre de nuevo a la tienda mientras tomaba mi móvil y revisaba mis redes.
¿De qué hablaba Shrek? ¿Qué había ocasionado?
Entre a Twitter y observé;
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Esa mujer era la que nos había encontrado en el parque. ¿De qué hablaba?
Cuando de repente...
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¡¿Shrek estaba casado?!
O peor...
¡¿Tenía hijos?!
No sé que me sucedió solo sentía el duro golpe del suelo y miré a Minho corriendo hacia mí.
