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-¿Cómo funciona normalmente?- Le preguntó a Mike, no realmente queriendo oír la respuesta, pero sabía que tenía que hacerlo.

-Bueno, depende. Podría darte su dirección y lo dejo en tus manos, o si lo deseas, puedo contactarlo por ti.

Yoongi asintió y pensó lo fácil que sonaba todo.

-De acuerdo. Dame los detalles, y le escribiré. ¿Tal vez no quiera verme? No lo sé.

-Sólo un consejo, hijo. No vayas solo la primera vez, ¿eh? Puede ser difícil... mucho más difícil de lo que esperas. Ten a alguien contigo, en caso de que sea demasiado- Mike le sonrió significativamente. -Y ¿Yoongi? Planea algo bonito para después. En caso de que no salga como hubieras querido.

Yoongi asintió.

-Buena idea, Mike. Lo haré. Jimin obtiene sus resultados hoy, así que estaremos celebrando de todos modos- sus manos ni siquiera temblaron mientras tomaba el papel, pero él era consciente de los ojos vigilantes de Mike. -Gracias, Mike. Gracias, de nuevo.

-Está bien. No necesito ningún gracias. Sólo verte de nuevo en pie me ayudará a pasar el próximo año. Yo sólo...- Mike se detuvo, y masticó su labio.

-Continúa- dijo Yoongi, su corazón empezando a martillear. Siempre pensaba que habría una astilla.. un "pero" que se derrumbaría desde el espacio, eliminando y destrozando.

-Nada, nada, no parezcas tan preocupado. Es sólo que odiaría
que dieras un paso atrás después de encontrarte con tu padre, hijo. He
visto que sucede tantas veces. La familia... bueno. Los lazos familiares no son siempre los más fuertes, ¿eh? A algunas personas es mejor dejarlas.

- Por supuesto- dijo Yoongi, pensando en las cartas que nunca le mostró a su madre.

Su culpa.

-Asegúrate de hablar con tu terapeuta y con Jimin, ¿de acuerdo? Y prepárate, sólo en caso de que no salga como estaba planeado. ¿Me lo prometes?

-Sí. Te lo prometo- dijo Yoongi.

-¿Le has dicho a Jimin?

-Sí. Un poco. No mucho. Sólo que perdimos contacto.

Mientras Yoongi se marchaba con los papeles en mano, sabía que tenía que hacerlo ese día, antes de que perdiera el valor. Si lo hacía rápidamente, podría volver a tiempo para los resultados del examen de Jimin.

♥️

En la hora del viaje en autobús, no pareció tan dificil. Yoongi tenía
muchos recuerdos, sobre todo buenos, de su infancia- vacaciones, deberes, Navidad, comer en familia con sus padres e ir a la escuela todos los días, feliz.

Las cartas.

Ellos eran una familia feliz, de eso estaba seguro. Sus padres se amaban el uno al otro, y lo amaban. Pero todo el tiempo, allí estaba.

Burbujeando bajo la superficie, esperando a venir volando a través del aire y aterrizar en todas sus vidas.

Todo era temporal, Yoongi lo sabía ahora. Algunos días, cuando estaba con Jimin, se olvidaba. Viendo la cara de Jimin cuando hacían el amor, se olvidaba.

Pero siempre estaba allí.

Quería ser normal ahora. Cada día, se ponía un poco mejor.

Pero sabía que eso siempre estaba al acecho, y sólo él podía detenerlo.

Cada vez que se cortaba, volvía a esto, y lo odiaba.

Dio vueltas y vueltas su cabeza, aunque encontrar la casa fue fácil.

Ahora todo lo que tenía que hacer era llamar a la puerta y verla abrirse.

♥️

No vio a su papá de pie allí, lívido y afligido.

Todo lo que vio fueron los años siguientes- la amargura de mamá, sus propias crueles palabras a papá, las botellas vacías que mamá trató de esconder...

Ella bebió y bebió, y Yoongi trató de mantenerlo todo unido contra el mundo, y durante mucho tiempo, parecía que lo había logrado, al menos eso era lo que le parecía al resto del mundo. Cambió tranquilamente el número de teléfono y tiró las cartas.

Y se empezó a cortar.

Pero él estaba tranquilo. En la superficie, estaba tranquilo.

Hasta que mamá murió.

Probablemente un accidente, dijeron.
Pastillas y alcohol juntos, tan letales.

Y entonces la calma terminó.

Sin embargo, Yoongi no vió a su papá allí en la puerta, tratando de abrazarlo mientras las lágrimas fluían y los años perdidos se interponían entre ellos.

Lo que vió fue el corcho que explotó, y el caos de él perdiendo contacto, perdiendo el control, perdiendo todo.

Él se marchó. Sólo caminó, y luego corrió.

La invasión de JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora