15;; Atención

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Las vacaciones de invierno les estaban regalando muchos momentos a solas, y no podían estar más agradecidos por ello.

Además, Kyle ha descubierto una faceta oculta de Stan, y le encanta.

— Préstame atención, te lo ordeno.

Stan ha llegado y se ha sentsdo en el regazo de Kyle, como si fuera su lugar en la habitación. Está de brazos cruzados y sus labios forman un puchero que para Kyle, es demasiado adorable.

— Esta partida y hacemos algo, ¿Vale?

— Kyle, deja la puta Play o te juro que tiro el mando por la ventana.

— Que agresivo.

Stan deja salir una sonrisa burlona.

— Anoche te gustaba mi agresividad.

Kyle ríe. Y sí, para qué va a negar algo que es evidente. La agresividad de Stan es buena... En ciertas situaciones muy concretas. Demasiado concretas como para hablar de ellas.

— Va, solo un ratito. —Kyle no puede negarse a los ojos azules y brillantes de su novio, así que pausa el juego.—

En ese mismo momento, Stan comienza a besarle apasionadamente. A Kyle incluso le cuesta seguirle el ritmo y no entiende de dónde ha salido tanta desesperación, pero le encanta cuando Stan reclama su atención de forma tan exagerada.

Pero a Kyle le gusta demasiado molestar a Stan.

— Déjame acabar la partida, va.

El de ojos azules resopla fastidiado y se levanta del regazo de su novio. Kyle realmente piensa que se ha enfadado y que se iba a ir, pero al parecer Stan tiene otros planes.

Otros planes que incluyen ponerse de rodillas y bastante uso de la lengua.

— A ver si puedes acabar la partida así. —Murmura Stan antes de volver a lo suyo, disfrutando de las maldiciones inaudibles de Kyle.—

Y esa es la faceta oculta que ha descubierto en Stan. Ama provocarle y llevarle al límite; cuánto más pueda hacerle perder los estribos, mejor.

Por suerte o por desgracia, Kyle tiene bastante aguante.

Pero es humano después de todo y tener a Stan de rodillas entre sus piernas es posiblemente una de sus mayores debilidades.

Las cosas avanzan rápido y Stan no tarda a volver a estar sentado encima de Kyle, pero esta vez la ropa desaparece por completo —a excepción de la camiseta de Stan—.

— Quítatela, quiero verte... —A Kyle le cuesta hablar pero realmente no le parece justo que Stan siga con la camiseta puesta.—

— La próxima vez... —Stan no tarda en callarle con un beso, mientras se acercaba cada vez más a acabar.—

Como siempre después de sus sesiones desenfrenadas, acababan en la cama, abrazados y recuperando el aliento.

Stan sigue con la camiseta y a Kyle no le hace ninguna gracia.

— ¿Te pasa algo?

Stan suspira.

— Vas a pensar que es una tontería.

Y por algún motivo, ya se imagina lo que es.

— Mira, desde que estoy aquí he engordado un poco y... No sé, ¿Vale? Me da miedo no gustarte.

Kyle sonríe.

— Para mi estás perfecto de todas las maneras, imbécil.

— ¿En serio?

— Bueno, me gustabas en tu etapa de gótico enfadado con el mundo. Y mira que estabas ridículo con el flequillo, la cantidad industrial de eyeliner y los piercings falsos.

— Uh, vete a la mierda idiota.

Ventaja número quince de enamorarte de tu mejor amigo: él es el único que conoce a la perfección todas las fases por las que has pasado, y en todas te ha querido por igual; aunque dieras vergüenza ajena.

Ventajas de enamorarte de tu mejor amigo;; styleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora