Las vacaciones de invierno les estaban regalando muchos momentos a solas, y no podían estar más agradecidos por ello.
Además, Kyle ha descubierto una faceta oculta de Stan, y le encanta.
— Préstame atención, te lo ordeno.
Stan ha llegado y se ha sentsdo en el regazo de Kyle, como si fuera su lugar en la habitación. Está de brazos cruzados y sus labios forman un puchero que para Kyle, es demasiado adorable.
— Esta partida y hacemos algo, ¿Vale?
— Kyle, deja la puta Play o te juro que tiro el mando por la ventana.
— Que agresivo.
Stan deja salir una sonrisa burlona.
— Anoche te gustaba mi agresividad.
Kyle ríe. Y sí, para qué va a negar algo que es evidente. La agresividad de Stan es buena... En ciertas situaciones muy concretas. Demasiado concretas como para hablar de ellas.
— Va, solo un ratito. —Kyle no puede negarse a los ojos azules y brillantes de su novio, así que pausa el juego.—
En ese mismo momento, Stan comienza a besarle apasionadamente. A Kyle incluso le cuesta seguirle el ritmo y no entiende de dónde ha salido tanta desesperación, pero le encanta cuando Stan reclama su atención de forma tan exagerada.
Pero a Kyle le gusta demasiado molestar a Stan.
— Déjame acabar la partida, va.
El de ojos azules resopla fastidiado y se levanta del regazo de su novio. Kyle realmente piensa que se ha enfadado y que se iba a ir, pero al parecer Stan tiene otros planes.
Otros planes que incluyen ponerse de rodillas y bastante uso de la lengua.
— A ver si puedes acabar la partida así. —Murmura Stan antes de volver a lo suyo, disfrutando de las maldiciones inaudibles de Kyle.—
Y esa es la faceta oculta que ha descubierto en Stan. Ama provocarle y llevarle al límite; cuánto más pueda hacerle perder los estribos, mejor.
Por suerte o por desgracia, Kyle tiene bastante aguante.
Pero es humano después de todo y tener a Stan de rodillas entre sus piernas es posiblemente una de sus mayores debilidades.
Las cosas avanzan rápido y Stan no tarda a volver a estar sentado encima de Kyle, pero esta vez la ropa desaparece por completo —a excepción de la camiseta de Stan—.
— Quítatela, quiero verte... —A Kyle le cuesta hablar pero realmente no le parece justo que Stan siga con la camiseta puesta.—
— La próxima vez... —Stan no tarda en callarle con un beso, mientras se acercaba cada vez más a acabar.—
Como siempre después de sus sesiones desenfrenadas, acababan en la cama, abrazados y recuperando el aliento.
Stan sigue con la camiseta y a Kyle no le hace ninguna gracia.
— ¿Te pasa algo?
Stan suspira.
— Vas a pensar que es una tontería.
Y por algún motivo, ya se imagina lo que es.
— Mira, desde que estoy aquí he engordado un poco y... No sé, ¿Vale? Me da miedo no gustarte.
Kyle sonríe.
— Para mi estás perfecto de todas las maneras, imbécil.
— ¿En serio?
— Bueno, me gustabas en tu etapa de gótico enfadado con el mundo. Y mira que estabas ridículo con el flequillo, la cantidad industrial de eyeliner y los piercings falsos.
— Uh, vete a la mierda idiota.
Ventaja número quince de enamorarte de tu mejor amigo: él es el único que conoce a la perfección todas las fases por las que has pasado, y en todas te ha querido por igual; aunque dieras vergüenza ajena.
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Ventajas de enamorarte de tu mejor amigo;; style
Fanfiction«Éramos los mejores amigos; ahora somos los mejores novios.» De cómo Stan Marsh y Kyle Broflovski afrontan los cambios de su vida, juntos. - Stan Marsh x Kyle Broflovski. - drabbles de estos idiotas tan adorables; 0 continuidad