¿Una merodeadora?

17

Pov. Sirius

Remus se llevó a Lizzy... Elizabeth del compartimento.

—James ¿Has visto lo que ponía? —le pregunta Marlene y niega

—Menos mal... —

—¿Qué ponía? —pregunto y me mira

—Nada que te importe Black —dice fría y James sale

La mascota de Elizabeth se sienta a mi lado y me mira ladeando la cabeza, las chicas ríen y Remus, James y Elizabeth vuelven a entrar.

—Eros —dice y deja de mirarme para subir encima se su dueña

Pasamos todo el viaje hablando, menos Pegmunt, ella no dice ni una palabra en todo el viaje. Llaman a la puerta y aparece el hermano de Marlene.

—¿Puedes salir un momento Lizzy? No me mires así Marlene —ella se levanta y él me mira sonriendo

—¿Qué te pasa en la mano? —pregunta James

—¿Qué? —pregunto

—Vas a romper la varita como sigas apretándola así —dice Remus y la guardo

—Es que me he acordado de un hechizo que no me sale y... Me da rabia —digo y asienten

Pov. Lizzy

Salgo con Mason y veo que se queda parado en la puerta, se da la vuelta y me mira sonriendo.

—Te queria preguntar si... Te gustaría que nos mandasemos cartas este verano, para estar en contacto, es que me caes muy bien —dice y asiento

—Claro, por mi bien —el sonríe y me abraza

—Bien pues... Nos vemos —dice y vuelvo a entrar

—¿Qué te ha dicho? —pregunta Marlene

—Qué me va a mandar cartas este verano —digo y ella asiente

—No se las contestes —dice James

—¿Por qué? —pregunto

—Porque no es bueno, en cada esquina se lía con una distinta y NUNCA ha tenido amigas —dice serio

—Eso es verdad —dice Marlene

—Este también y no le decís nada, son iguales —digo señalando a Sirius y me mira, no había notado que tenía la cabeza agachada

—Ey, ¡a mi no me compares con ese! ¡Es distinto! —me grita y me levanto

—¡A mi no me gritas Black! —también se levanta

—¡Pues no me compares! —

—¡Pero si sois iguales! ¿O me vas a decir que no? Cada día estás con una diferente Black y solo las quieres por su cuerpo, ¡como él! —James se levanta y nos aleja un poco

—¡No me fijo solo en eso Pegmunt! ¡Si fueras más lista te darías cuenta! —

—¡Vaya! ¡Ahora soy tonta! —digo dándome la vuelta y saliendo de allí con Eros en mi hombro