¿Una merodeadora?

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Después de veinte minutos conseguimos sacar a James.

—Eres un bruto Sirius —dice frotándose el hombro

—Nadie te mandó meterte ahí —digo y me mira mal

—Dejadme en paz —dice bajando las escaleras enfadado

—Ya se ha picado... —dice Sirius abrazándome por los hombros

Unos días después

—En unos días empezamos Hogwarts, ¿no estáis emocionados? —pregunta Remus y oímos voces

—No me jodas —dice Sirius y los cuatro nos levantamos

—¿Pero tus padres no iban directos a la estación? —pregunta James

—Eso pensaba yo, subid a mi habitación y no bajéis, por NADA —

Narrador

Los tres subieron corriendo y Sirius se acercó a la puerta.

—Kreacher, ni una sola palabra de todo lo que ha pasado —dice y el elfo asiente

—Sí amo —dice y abre la puerta

—Agh... Sigue aquí —dice Walburga mirando mal a su hijo mayor

—Tampoco es un gusto veros madre —dice este y ella camina hasta el salón

—¿Quién a venido? Noto algo distinto. Quiero la verdad —

—James vino, la semana pasada —

—¡MENTIRA! —apuntó a Sirius y este cayó de rodillas al suelo con dificultad para respirar

—Madre para... —decía este agarrándose el cuello

—¡NO MIENTAS! —grita esta y Sirius se tira al suelo

—¡PARA YA! —gritaba Sirius y de repente sintió algo líquido en su pecho

—¡DÍMELO! —mientras Sirius golpeaba el suelo ella aumentaba el poder del hechizo

—¡Y ELIZABETH PEGMUNT TAMBIÉN VINO! —el hechizo paró y Sirius volvió a respirar