Capitulo 7.

18 2 0
                                    

Hay momentos donde no sabes que hacer o quién eres, donde tienes a tus amigos o seres queridos pero solamente te sientes sola, pensando cuál es el propósito por el que estás viviendo.

Te sientes sola y te sientes mal, pero no quieres hablar de ello, solo lo escondes y dando una sonrisa y diciendo que todo está bien, pero no es así. No sabes que tienes, son emociones extrañas y sin explicación, solo estás agotada de todos.

Saben....los abrazos son sensaciones que te tranquilizan, son un consuelo donde la otra persona te está apoyando y protegiéndote. Siempre que te sientas mal y un amigo o persona importante te da ese gesto de cariño y tranquilidad, sientes un desahogo tan profundo y hace que pienses que no estás sola y que vas a poder salir delante de cualquier adversidad.

- Buenos días, dormilona - dijo Cristian desde el marco de la puerta, haciendo que me quitará de mis pensamientos filosóficos.

- Bueno días, Cris - le respondí con una sonrisa -¿Qué hora es? -.

- Son las 11:20 - comento Cristian, mirando su reloj.

- ¡No manches! - dije mientras me levantaba rápido de la cama directo al armario- Harry va a venir a las 12 y no le va a dar tiempo-.

- JAJAJAJA- se empezó a reír - está bien hermanita te dejare que te apures-.

Cuando Cristian se salió me dirijo a tomar una ducha.....

Al cabo de 30 minutos ya estaba lista, tenía unos vaqueros de mezclilla, junto con una blusa blanca y mis converse.

- ¡Mads! - me llamo Cristian después de que se escuchó el timbre de la puerta -¡Ya llegó Harry!-.

- ¡Voy! - le respondí mientras bajaba las escaleras junto con mi mochila.

Harry se encontraba en la puerta con sus vaqueros negros, sus botas camel y una camisa.

- Hola Harry - le dije con una sonrisa y después me dirigí a la cocina donde mamá me había dejado preparado nuestro lonche antes de irse - Bueno Cris, me voy nos vemos al rato -.

- Voy a salir, cualquier cosa me llamas y si tienes algún problema voy hasta donde estas, ok- me dijo Cristian con un abrazo.

- Tranquilo, voy a estar bien - le dije un poco nerviosa.

- Te la encargó Harry - Cristian le advirtió a Harry - si le llegas a sobrepasarse con ella me las vas a pagar, entiendes-.

- Si Cristian - respondió Harry - la voy a cuidar -.

Cuando salimos de la casa, había un Audi R8 y Harry se dirigió hacia él. Ese carro siempre lo había visto en el estacionamiento pero nunca me había imaginado que era de él.

- Súbete - me ordenó Harry.

- Esta bien - respondí ingresando al auto - entonces, ¿A dónde vamos a ir? -.

- Es una sorpresa - comento Harry poniendo en marcha el auto -por cierto, te voy a dar algo -.

- No es necesario - respondí nerviosa.

- Ten - me dijo dándome una libreta, forrada de cuero - Era de mi papá, pero me la regaló para anotará mis sueños y esas pendejadas, pero no lo voy a hacer así que en ella vamos a ir anotando lo de cada paisaje -.

- Me suena perfecto - respondí con una sonrisa.

- Pero hagamos un trato - dijo Harry sin apartar la mirada de la carretera.

- ¿Cuál? - pregunté.

- Yo propongo lo lugares y tú anotas - dijo Harry con una sonrisa - es que tú eres bueno para escribir y eso,¿Qué te parece? -.

Abrazada a tu recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora