Hoy el maestro de biología nos dará a conocer el proyecto, debo de confesar que estaba un poco nerviosa por lo que me esperaba trabajando junto a Harry…..
Estábamos en clase biología…
— Bueno chicos, hoy les daré a conocer su proyecto — informo el profesor — en este proyecto pueden aprender tanto de la naturaleza, como en la vida, así que pongan mucha atención y desempeño —.
Cristian sé me quedó viendo y me hizo una sonrisa, los dos estábamos nerviosos y más por qué no estábamos juntos en el proyecto.
— Su proyecto consiste en ir por lo menos a 20 lugares distintos, pueden ser parques recreativos, paisajes o lo que ustedes gusten — dijo el profesor — cada lugar deben de ir anotando el tipo de naturaleza, animales o emociones que sintieron al estar allí —.
— Entonces, ¿Qué tenemos que presentar? — indagó Cristian.
— Deben de realizar una exposición, abarcando de lo particular a lo general, así como una conclusión o enseñanza de este proyecto — respondió el profesor — ¿Alguna otra duda?—.
— ¿ Se permiten cambio de pareja? — pregunto un compañero de clase.
— No — comento el maestro — deben de aprender a convivir, sin importar la persona con la cual están haciendo el equipo, para lograr una meta en común —.
Nadie digo nada, solo nos quedamos observando al maestro.
— Pónganse de acuerdo con sus parejas — dijo el maestro — Suerte alumnos, espero que sea un éxito este proyecto —.
Todos se juntaron con su pareja, por desgracia me tocaba con el chavo que menos trabajaba en este instituto, decidí acercarme a él; mientas iba caminando pude observar a un señor de unos 50 años, viéndome desde la ventana. Seguía caminando, me empezaron a sudar las manos, no sabía que hacer; volteó por todos lados y no encontraba a Cristian, estaba muy confusa así que me fui corriendo, solo salí corriendo; sentí que alguien me seguía y al darme la vuelta choque con el señor.
Estaba muy espantada hasta que logré llegar a los baños y me encerré ahí, me quedé sentada en el suelo, le quería marcar a mi hermano pero mi teléfono se me había olvidado en mi mochila, la cual estaba en el salón.
— Mads, ábreme — se escuchó una voz al otro lado de la puerta — todo está bien —.
— Lárgate — respondí frustrada — no te conozco —.
— Mads, soy yo tu hermano — respondió — Cristian —.
— Cómo estoy segura — pregunté.
— Bolita saltarina, bolita esponjosa; sal que ya llegué por ti — respondió Cristian.
Esa canción solo Cristian y yo la sabíamos, por qué siempre cuando jugábamos con mi papá, el no las cantaba. Era especial y siempre cuando me daba mis crisis Cristian me la cantaba para que me calmará. Así que me levanté y abrí la puerta.
— Me espantaste boba — dijo Cristian con un abrazo — ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? —.
— Un señor, me estaba viendo por la ventana y después me empezó a perseguir — respondió mientras mis lágrimas salían por mis ojos.
— No Mads, no hay nadie — respondió Cristian — fue una alucinación —.
— Pero… — comenté — no…
Cristian me interrumpió dándome un abrazo más fuerte.
— Tranquila pequeña, todo está bien — dijo Cristian dándome un beso en la frente — yo estoy siempre contigo, no dejaré que nadie te haga daño —.
— Me lo prometes — respondí.
— Claro que sí, pequeña — comentó Cristian — nunca dejare que nadie te haga daño —.
Mientras que nos separamos me di cuenta que traía mi mochila y la suya.
— Pero, todavía no acaba la clase — dije — ¿Por qué traes nuestras cosas? —.
— Le dije al maestro que desde la mañana no te sentías bien, que tenías una infección en el estómago — respondió — entonces nos dio permiso a salir temprano y que te llevará a la enfermería.
— Gracias — le dije con una sonrisa.
— No hay de que pequeña — comentó Cristian — ya hablé a la oficina del director y nos permitió irnos a nuestra casa —.
— No quiero llegar a casa — le dije con una cara de puchero — vamos a otro lado, ¿Si? —.
— Claro que sí — me dijo Cristian con una sonrisa — que te parece si vamos al cine —.
— ¡Si, si! — le respondí con una sonrisa.
Los dos nos fuimos directo a la plaza que se encontraba a una cuadras de nuestra casa, mientras íbamos caminando, Cristian se quedó parado.
— ¿Qué tienes? ¿Te pasa algo? — le pregunté — te acuerdo que la loca aquí soy yo JAJAJA —.
— Es que me acabo de acordar de algo — respondió — Harry me pidió de favor que te diera su número y que cuando te sientas mejor le llamarás o le mandaras mensaje para que se pusieran de acuerdo para el proyecto —.
— Vale, cuando regresemos le mando mensaje — respondí
Pasamos toda nuestra tarde en el cine, y después en la plaza. Fue un día fantástico hasta que me acordé de mi mamá.
— Oye Cris — le dije.
— Mandé —me respondió.
— No le habíamos a mamá que estábamos aquí — dije.
— No te preocupes, ella ya sabe que estamos aquí — me dijo tranquilizandome.
— ¿Le llamaste? — pregunté — no se enojo —.
— No Mads, no se enojo — dijo Cristian — se alegro que estuvieras feliz —.
Seguimos pasando un grandioso momento, pero ya era tarde así que nos regresamos a nuestra casa y pude notará que todo estaba pagando, así que supuse que mi mamá ya se encontraba durmiendo. No la quise molestar así que solo decidí ir a dormir a mi habitación.
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Abrazada a tu recuerdo.
Teen FictionEn esta historia les contaré la historia de un persona que sin importar las adversidades que se ponían en el camino, ella siempre luchaba por salir adelante sin mostrar su lado débil sino siempre siendo la base fuerte de sus amigos, familia o cualqu...