Abrazada a tu recuerdo.

Capitulo 8.

Hay muchas personas que dicen tener muchos “amigos”, pero realmente cuál es el significado de esa palabra, puede ser “se refiere al termino de una persona donde se crea un lazo de amistad, dónde hay confianza…..” pero a todos le ponemos esa palabra, pero no a todos le queda.

También está la amistad de “beneficio”, las cuál solo existes cuando necesitan algo de ti y desaparecen, te dicen que son amigos y los mejores, solo cuando te pidan el favor. Pero cada quien es consiente de ese tipo de amistad.

Para mí, los amigos o la amistad se basa en muchos términos, “amistad, confianza, risas, apoyo”. Son los más comunes pero creo que realmente la amistad es aquella dónde no solo está en los momentos brillantes de tu vida, sino también en los más obscuros dónde te sientes derrotada pero esa persona hace todo lo posible para verte feliz, no importa que te dé algo físicamente o te los resuelva, solo que este dándote la mano y los brazos, diciéndote “todo va a estar bien”.

En los días dónde no sabes tu valor o te sientes una mierda de persona, pero esa simple persona te recuerda lo que en realidad vales y esas simples palabras te levantan y te hacen pensar, por qué no piensas así de ti y que buscas cualquier defecto para arruinar tu hermosa imagen física.

Los defectos de cada persona, son características únicas de todos. La persona perfecta si existe y lo hermoso, es que esa persona ¡Eres tú!..

..........

—¿Cómo amaneciste? — me preguntó Cristian mientras me veía bajar de las escaleras.

— Creo que mejor— le hice una nueva no tan segura de mi respuesta.

— Sabes que siempre estaré yo, verdad— me dijo Cristian con un brazo.

— Te amo muchísimo — le respondí devolviéndole el abrazo — gracias por siempre estar para mí—.

— Por siempre estaré — me dijo con una sonrisa melancólica.

— Y neta que lo aprecio mucho— comenté
— ya que tú nunca me dejaste sola, así como mis antiguos amigos que cuando los más los necesitaba es cuando me abandonaron —.

— Ya no pienses en eso Mads — me respondió, poniendo su mano en mi hombro — caminando el tema, ¿Cuáles son nuestros planes de hoy? —.

— Pues yo tengo que acabar el proyecto de literatura y debo de intentar arreglar las cosas con Harry— le dije con un suspiro.

— Entonces hoy domingo será un día de estudio — comento Cristian sarcástico.

— Así es — le dije en forma de mando — debemos de estudiar—.

— Está bien— respondió con un puchero — pero que te parece si en la tarde vamos al parque —.

— Me parece genial—.

En pocas palabras nuestra tarde no las pasamos haciendo nuestra tarea; mi hermano en su cuarto y yo en la sala.
Iba a hacer las 6:00 pm, cuando se escuchó el timbre sonar.

— Yo abro —  le grite a Cristian desde la sala.

Cuando gire la perilla de la puerta, me encontré con una cabellera de rulos castaña. ¡No puede ser! ¿ Harry? ¿Qué estaba haciendo aquí? Tal vez….

— Hola — dijo Harry interrumpiendo mis pensamientos.

— ¿Harry? — respondí confundida — ¿Qué haces aquí? —.

— Bueno…pues — comento Harry rascándose la nuca — este…quería saber…si—.

— ¿ Está bien? — pregunté confundida ya que empezó a tartamudear.

— Si — respondió más tranquilo y tomando aire — ¿Cómo estás? —.

— Bien, gracias— le dije.

— Me alegro— comento — Para ser sincero me preocupe mucho ayer y no podía estar tranquilo hasta saber cómo estabas o que te había pasado —.

— No te preocupes, estoy bien _ respondí cortante — gracias por preguntar—.

— Pero, no acabamos de hacer el proyecto — dijo.

— No te preocupes, voy a hablar con el maestro para que nos cambie de equipo y puedas entregarlo — concluyó.

— Pero — Harry ya no sabía que decir o hacer.

— Pasa algo — dijo mi hermano bajando de las escaleras mirando con el ceño fruncido a Harry.

— Si — respondí — Harry ya se va.

Harry no dijo nada, solo se dio la vuelta y se fue a toda velocidad en su auto.

— ¿Qué pasó? — me preguntó Cristian —¿Te hizo daño?—.

— No— le respondí — solo quería saber cómo estaba y lo del proyecto.

— Entonces, ¿Qué vas a hacer con el proyecto? — me dijo Cristian.

— Pues mañana voy a hablar con el maestro y a ver si me puede cambiar de equipo— comenté.

— Pues si quieres soy contigo— comento Cristian.

— No — le respondí — tú ya tienes tu equipo y no quiero arruinar eso—.

— No te preocupes — me dio un abrazo — solo me importas tú y no te voy a dejar sola en esto —.

— Sabes algo — comente — eres el mejor hermano que puedes tener—.

— Lo sé — finalizó Cristian.

Después de eso Cristian se fue a su cuarto y yo me propuse a ver una película. Pero no estaba tan concentrada en ella, solo no podía sacar de mi mente la niña, esa niña ya la había visto varias veces y parecía tan real que yo estaba muy segura que no era ninguna alucinación. Era como si la niña me pidiera ayuda o me quisiera decir algo, pero no sabía que y me estaba volviendo más loca de lo que estaba. Pero no le podía contar a Cristian por qué pensaría que estoy más loca y me iban a encerrar de nuevo en el hospital. Así que decidí olvidar en eso y poder concentrarme en mi película.

Mañana sería un día muy largo y difícil, ya que tenía que hablar con el maestro y ya no podía ver a Harry, me preocupaba que pensará de mi o si me iba a juzgar o le diría a todos que estoy loca. Pero bueno así es mi vida, siempre preocupada del que pasara mañana o que pensaran de mí.