La chica frente a él era hermosa, tenía unos enormes ojos verdes y su cabello rubio rizado era tan lindo que Hongbin quiso tocarlo, sin embargo, se contuvo porque en primera, ella era su debutante, y en segunda, se suponía que debía de representar todo un concepto de novio perfecto. Su primera clienta de verdad, había pedido los servicios de un escort para que la acompañara a una fiesta de graduación — algo nada complicado de hacer, ya que después de todo estaría disfrutando de una noche sin tener que pagar absolutamente nada — y aunque el sexo era algo opcional, Hongbin debía mantener la mente clara, después de todo, habían pagado mucho dinero por él. Entraron al enorme salón dejando tras de ellos, la escandalosa alfombra roja y a todos los reporteros que pedían una entrevista con la hija menor de los Smith, quienes eran dueños de una cadena de restaurante muy prestigiosa en la ciudad.
—... Perdón por eso, creo que debí prepararte con antelación — la chica se disculpó con las mejillas realmente rojas.
— Está bien, no te preocupes, hoy es tu noche, no la mía — le respondió Hongbin acariciando una de sus mejillas, provocando con ello que el sonrojo fuera mucho más evidente.
La pequeña diadema con astas y orejas de venado era toda la vestimenta de aquel cuerpo delgado y sudoroso. Gemido, tras gemido, las pequeñas caderas parecían ir a velocidad propia, todo con tal de buscar su propia liberación. Las mejillas rojas no podían ser vistas por su contra parte, quien mantenía un semblante sereno con los ojos cerrados, quien de vez en cuando soltaba una nalgada para marcar un poco la tierna piel blanquecina a su disposición. La urgencia de obtener finalmente su orgasmo se hizo presente y no solo porque el delgado cuerpo se dejó caer lánguido sobre el colchón, ya sin fuerzas, principalmente por la posición en la que se encontraba, además de un par de improperios que solo hicieron los embistes más salvajes y profundos. Sin embargo, el pequeño anillo ajustado en la base de su pene impidió que eyaculara como había estado esperando. Las estocadas cesaron y el cuerpo fue arrastrado de su posición de perrito a terminar con la espalda sobre el colchón.
— Por favor — rogó en un suave quejido, dejando ver lo empapado de sudor que se encontraba su rubio cabello, tocándose al mismo tiempo su propia entrepierna.
— ¿Eso quieres?
— Si.
Volviendo a penetrarlo, esta vez los empujes vinieron acompañados de un pequeño zumbido, accionado gracias al pequeño motor encendido del anillo en la base de su pene, y tras un par de minutos de agonía, fue bañado no solo de sus propios fluidos, sino de su acompañante también.
— ¡Corte! — gritó el director mientras dejaba que sus actores recolectaran el aliento perdido.
— ¡Eres un bruto, me mordiste! — alegó enfurecido Minhyuk empujando a Jooheon, antes de colocarse una bata que cubría medianamente su cuerpo.
— Mira quien lo dice, ¿qué me dices de estos chupetones? — le reprochó, señalando las feas marcas amoratadas que comenzaban aparecer en su cuello y sus brazos — Sabías perfectamente que tengo sección de fotos mañana, ahora tendré que cubrirlos con maquillaje.
— ¡Ay, por favor! Eso no es nada con las marcas que te deje en la espalda — mencionó el chico rubio corriendo alejándose de él.
— ¡Ven acá!
Correr cual niños de cinco años, mientras atravesaban cables y costosas cámaras de video no era lo ideal, especialmente porque ambos ya habían tenido un pequeño percance al principio de su relación como actores porno.
— ¡Jooheon! — gritó Changkyun al ver correr a uno de sus novios, justo cuando iba entrando al foro de grabación junto a Hongbin.
— Bebé, quiere golpearme — Minhyuk acusó llegando hasta su posición y colocándose tras el recién llegado.
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Consorcio Lemmon [HyukBin]
FanfictionUn edificio de lo más impresionante. Una situación desesperada. Y un empleo disponible, solo si eres lo suficiente serio para no decir nada.