Dos largas semanas habían pasado desde su acalorado encuentro con Hyuk, y la verdad, no había día que no recordara hasta el más mínimo detalle, especialmente porque, aunque Hongbin sabía las tablas que el menor llevaba consigo, eso no le evitó disfrutar de él, hasta más no poder, sobre todo porque en las mismas condiciones se encontraba él. Y es que, en palabras del menor, era algo que tenían que hacer para satisfacer aquella necesidad de atracción sexual que siempre se encendía cual bombillo, cuando se veían o hablaban entre sí.
—... Hongbin ¿estás escuchándome? — le reclamó Hak Yeon tronando los dedos frente a su rostro.
— ¿Ah? Perdón, estaba algo distraído.
— Eso veo, no has quitado esa cara de idiota desde que viste a Hyuk saludarte de lejos.
— ¡Oye!
— Vaya, ni siquiera lo negaste... — Hak Yeon se burló, disfrutando ampliamente de la vergüenza que recorrió el rostro de Hongbin y se aprovechó de ello, para seguir torturándolo un poco más — entonces, dime, aquí entre nos ¿Quién fue el pasivo?
Después de que el comentario hiciera a Hongbin enrojecer un poco más de lo que ya lo estaba sin soltar prenda alguna, la plática volvió a su ritmo normal. Conversación que de por sí ya había puesto totalmente alertar a Hongbin, haciendo que con ello tomara nota mental de todo el largo proceso que hasta el momento estaba llevando.
— Ahora bien, estos son mis favoritos... — comentó Hak Yeon, entregándole un paquete nuevo de condones sabor chocolate, ocasionando con ello, que imágenes mentales llegaran a su mente, imágenes que esperaba suprimir en cuanto el día se acabara — Se muy bien que, hasta el momento, todas tus clientas han sido mujeres, pero es necesario que recuerdes que los juegos previos con estos bebés y los chicos, son lo mejor.
Cuando finalmente la "clase maestra" sobre preservativos que le había dado Hak Yeon terminó, Hongbin se quedó con ganas de probar un par de ellos, aunque claro, eso era algo que prefería reservarse para sí mismo. Después de todo, tal como había dicho Hak Yeon, los juegos previos con algunos de los condones de sabores, los texturizados e incluso los condones fosforescentes que le había mostrado, eran el instrumento más utilizado en el consorcio, parte importante del placer ofrecido por sus servicios y que les garantizaba a ellos, el no contraer ninguna enfermedad venérea.
— ¿Puedo preguntarte algo?
— Claro, dime.
— ¿Qué tal les fue en la despedida de Jongsuk? — preguntó de la nada Hak Yeon, ocasionando que la curiosidad se instalara en el interior de Hongbin — Digo, supongo que Ravi les dio un buen espectáculo ¿no?
Y al agregar aquello último, el menor entendió mejor su extraño cuestionamiento, sobre todo porque, aunque Hak Yeon era el encargado de dar masajes relajantes en el spa, también era una especie de vigía — algo así como responsable de todos los chicos que trabajaban como sexo servidores — teniendo una pesada agenda diaria, pero que sin importar todo lo ocupado que solía estar, era alguien leal en el que se podía confiar, sin embargo, su vida amorosa era un total punto y aparte, del que muy pocos sabían, por eso el que preguntara en específico por uno de los chicos que trabajaba como stripper hizo clic en el interior de Hongbin.
— ¿Ravi? Ah, sí, estuvo ahí, pero...
La risa estrepitosa de Hyuk se hizo presente, sofocando brevemente la escandalosa música que los rodeaba. Así que en gran parte y gracias a la cantidad de alcohol que había ingerido, Hongbin decidió darles rienda suelta a sus deseos, y acercando un poco más el cuerpo del contrario, lo besó. No fue un beso particularmente largo, pero no por ello Hyuk se detuvo al corresponderle, saboreando así el último trago aceitunado que Hongbin se había tomado, antes de comenzar a arrastrarlo al baño del lugar, para obtener así un poco más de privacidad. Sin embargo, lo que se estaba tornado caliente, por todo el toqueteo previo que estaban tendiendo, dejó de serlo cuando escucharon una ronca voz a sus espaldas.
ESTÁS LEYENDO
Consorcio Lemmon [HyukBin]
Hayran KurguUn edificio de lo más impresionante. Una situación desesperada. Y un empleo disponible, solo si eres lo suficiente serio para no decir nada.