03

5K 619 211
                                    

Soobin tomaba agua de su botellón, Jungkook si que se vengó. Le hizo correr casi 1 hora sin descanso y para rematar 200 lagartigas y 100 abdominales. Sentía todo su cuerpo muerto.

Pero se lo merecía –según – Jungkook.

— ¡Nos vemos! – gritó su compañero y Soobin se despidió.

— Oye, Jungkook-hyung sí que te hizo sudar,eh – dijo Tae burlesco.

— La próxima vez me vengaré – se cambió la ropa – Lo juro.

Taehyun rió, era divertido ver a Soobin molesto, era tierno, pero si alguien comía su comida #pan, era un demonio. Vaya dualidad.

— Escuché que tienes que hacer un trabajo 'extra' en la materia de Jin-hyung – Soobin asintió y abrió la puerta de su auto – ¿Es por haberte saltado su clase? – sonrió y Soobin bufo.

— Creo que es demasiado exagerado ¡Literal! – se quejo – Además... tengo que hacerlo con otro chico

— ¿Así? ¿Con quién?

— Con un chico un poco...extraño...no lo sé parece – pensó – un poco tímido pero..¡agh! No lo sé es difícil de explicar ¡Ni siquiera dijo su nombre! – Tae rió.

— Entonces ¡buena suerte en tu proyecto! – se metió a su auto y Soobin le miro mal ante su sonrisa burlona. Tae sólo sonrió – Nos vemos – se despidió.

Soobin golpeó su cabeza contra su auto ¿porqué él?. Frustrado se metió al vehículo color negro y condujo a su hogar.

El pelimorado prendió las luces de su –espacioso– apartamento. Gracias a sus padres pero él no veía necesario tener 2 habitaciones para él solo. Lo sentía 'vacío'.

Se metió a la ducha y dejó que el agua le cayera por todo el cuerpo sudado, no podía creer que su hermano le haya puesto un trabajo extra por haberse saltado una estúpida clase ¡maldición sólo UNA clase! Enrollo una toalla a su cintura y salió.

Luego de cambiarse tomó aquel pedazo de papel y contemplo el número telefónico. ¿Debería llamarle? No lo pensó mucho y llevó el aparato a su oído. Escuchó tres pitidos y nada.

— ¿Estará dormido? – se preguntó – pero aún es temprano. Una vez más – volvió a marcar.

El número que usted marcó se encuentra.. Colgó. Era la sexta vez y nada.

Se dejó caer en su cama, mañana le preguntaría y se pondrían de acuerdo para hacer el proyecto, pero primero dormiría su cuerpo lo necesitaba.


— ¡No por favor! – le rogó pero aventó su celular que no dejaba de sonar haciendo que se rompiera – H-Hwuang...– sollozo.

— A la próxima dile a cualquier imbécil que te quiera llamar que lo haga cuando no esté ¡ME OÍSTE! – le empujó bruscamente y salió de la habitación ebrio.

El pobre chico rubio con sus manos hechas gelatina y sus piernas doliendo, se incorporó y comenzó a recoger pedazo por pedazo lo que quedaba de su móvil. Sus lágrimas no dejaban de salir, su labio estaba sangrando y le dolía mucho su parte baja, y a pesar del dolor mordió sus labios ahogando sus sollozos. No quería volver a sentir ese pedazo de cuero azotando su piel otra vez.

Mañana sería otro día, y olvidaría lo que sucedió hoy. Como siempre lo ha hecho.

Algún día... algún día.

Grito Silencioso (Soojun/Yeonbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora