Uᴋ x Esᴘᴀɴ̃ᴀ ╭❲᥆ᥒᥱ ᥉ℎ᥆t᥉❳༉

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El pecado puede ser interpretado de diversas maneras dependiendo del punto de vista de la persona, la manera de crianza al igual que distintos aspectos influyen mucho, por ejemplo, la lujuria para algunos representaba el caer en una tentación pecaminosa de la cual debía resistirse.

Sin embargo.

Para ciertos individuos no lo era, si no todo lo contrario, una sensación única mezclada con el éxtasis del momento, no supo ni como o cuando, pero termino en una situación relativamente comprometedora y más si se trataba con tú "enemigo más odiado".

El sonido de las pieles húmedas causado por el sudor que perlaba ambos cuerpos hacia de ese momento algo indescriptible, ese tipo de encuentros que los dos amantes disfrutaban aunque después negaran por no estropear su imágen.

–Pense que me odiabas, Spain.– Susurro al odio del recién mencionado, causando un ligero escalofrío que recorrió la espalda del bandera bicolor. El británico satisfecho, sostuvo con más fuerza las caderas ajenas, llevando su boca al cuello de quién estaba sentado en su regazo para lamer y succionar, dejando marcas visibles que tardarían en borrarse, recibiendo un jadeo junto con una queja como respuesta a su reciente acción.

–Hey, hey, no dejes marcas.– Reprochó con enfado, sosteniendo con fuerza los hombros del más alto como forma de advertencia de no volver a hacer eso, sin embargo poco fue tomado en serio cuando escuchó una leve risa por parte del tricolor.

–Pfff, eres adorable, ¿lo sabías?.– Antes de escuchar más palabras que seguramente serían insultos, atrapó los labios del hispanohablante, impidiendo que siquiera pudiera soltar un "pío".

Debían admitir que no era la primera y posiblemente no sería la última vez que se encontrarían en esa manera, quién los viera de inmediato mal interpretaría la situación, aunque ciertamente era para que así fuera. Sí, estaban cometiendo el pecado de caer en la lujuria nuevamente, pero era algo de lo cual nunca se iban a arrepentir.

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