investigando

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Las lágrimas de Jimin brotaban de sus ojos, resbalando por sus mejillas y cayendo sobre la madera del escenario

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Las lágrimas de Jimin brotaban de sus ojos, resbalando por sus mejillas y cayendo sobre la madera del escenario.
Estaba tan arrepentido de haberse acercado aquel joven. Su intención no era asustarlo solo que se emocionó tanto al ver a alguien en aquel lugar después de mucho tiempo que no pensó en sus acciones.

- Quizás esta era mi última oportunidad de poder tener compañía y la he asustado - sollozó el pequeño Jimin dejando resonar pequeños gemidos de dolor.

Por lo menos podría recordar lo suaves que eran sus labios y el hermoso rostro de aquel joven, ya que en sus manos habían quedado aquella sensación de seguir tocándolo.

Jimin dejó caer su cuerpo sobre la madera en posición fetal mientras su corazón se sentía vacío ante su soledad. Poco a poco comenzó a quedarse dormido mientras el rostro de aquel joven rondaba en su cabeza.

...

- ¡JUNGKOOK! -- Gritó con fuerza Jisoo mientras sacudía a su hermano que dormía con medio cuerpo en la cama, pero al ver que este no respondía decidió acudir a la vieja confiable.

El joven abrió sus ojos de golpe al sentir la fuerte mano de su hermana estamparse contra su cara.

- ¡¿Por qué me has golpeado?! - Bufó con enojo el menor de los hermanos mientras sobaba el lugar donde había sido golpeado.

- Como no despertabas creí que ya estabas muerto así que decidí tomar medidas extremas - explicó la mayor mientras reía por su anterior actor.

- Pues por poco muero, pero por tu fuerte "medida"- dijo el menor con coraje para después levantarse de la cama e ir hacia el baño.

- No seas exagerado, si apenas te he rozado con los dedos - se burló la mayor mientras se sentaba en la orilla de la cama y cruzaba sus brazos.
- ¿Anoche donde te has metido? - preguntó curiosa Jisoo mientras miraba como su hermano terminaba de lavarse el rostro.

- A casa de Jackson, ya les había dicho que iría - mintió Jungkook mientras se secaba el rostro con una pequeña toalla y se dirigía hacia el ropero.

- Ajá, y yo soy el diablo - dijo sarcásticamente la joven.

- Eso ya lo sabía - contestó Jungkook entre risas mientras colocaba un conjunto de ropa sobre la cama.

La joven bufó ante aquel comentario para después levantarse de la cama y caminar hasta el tocador donde comenzó a ver algunos productos que ahí posaban. - Jungkook te conozco bien, además, si fuiste a casa de Jackson ¿por qué has dormido aquí? - preguntó la joven, recargando su espalda en el tocador, cruzando sus brazos y arqueando sus cejas.

Jungkook sabía que su hermana era muy observadora. Nunca había podido mentirle con éxito porque siempre terminaba siendo descubierto.

Jungkook se sentó en su cama y miró a su hermana en busca de alguna excusa que decir. Sus fracasos siempre se debían a su poca imaginación y esta empeoraba con la mirada acusadora de su hermana.

La gran funciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora