Sirvienta de One Direction

Ya ni dormir dejan en esta casa.

—¿Eres virgen?—pregunta el moreno.

—¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Acaso crees que vas a lograr hablarle a una chica siendo tan...pervertido? ¿Qué mierda te importa?—respondí apenada.

—Bueno, hay que ir al punto en ciertas ocasiones—dice el chico de los rizos.

—Bien, si de eso se trata, vayan al punto y díganme ¿qué es lo que quieren de mi?—respondí.

—Bueno, había que romper el hielo y pues...¿Qué mejor pregunta que esa?—habló nuevamente el chico de rizos.

Realmente no sabía que pretendían, de lo que si estaba segura era de que perdería mi empleo en unas horas como siguiera dentro de esta habitación. Luego de un minuto de silencio escuché un grito que provenía desde fuera de la habitación, por su voz, supe que era el chico al que seguramente le caía como un grano en el culto, Louis.

—¡¿DÓNDE CARAJOS ESTÁ LA SIRVIENTA DE ESTA CASA?!—Me apresuré a salir de la habitación seguida por los dos chicos que con confusión se miraban entre sí. Seguramente estaría en problemas.

—Estoy aquí, señor—respondí seria. Él se veía muy molesto y su expresión era intimidante.

Antes había pasado por esa situación, sentirme intimidada por un chico, solo que aquel buscaba de cualquier forma subir sus calificaciones y ¿qué mejor forma que intimidar a una nerd?
Volví a lo que estaba pasando, el chico seguía molesto.

—¿NO PIENSAS ARREGLAR MI HABITACIÓN? ¿CREES QUE TE GANARÁS EL DINERO FÁCIL? NO ESTÁS DE VACACIONES—Grita.

—No le grites, estoy seguro de que puede oirte claramente sin necesidad de escándalos—Dice Harry muy amenazante—Además, estaba ocupada con nosotros.

—YA ME IMAGINO EN QUÉ—Dice con una risa irónica.

A pesar de sus gritos irrespetuosos se atrevía a insinuar que yo...era un maldito ¿qué se creía? Debía responder, no podía quedarme con la boca cerrada.

—Mire señor, me respeta, yo no vine a esta casa a recibir insultos de usted ni de nadie, parece que no le han enseñado sobre cómo tratar a las personas—miré a Harry y a Zayn en un modo de gracias y me fui—Y ahora, con permiso debo ir a trabajar—rocé mi hombro con el suyo y simplemente escuché algo que dijo en un susurro ''perra''.

Seguí mi camino en busca de implementos de aseo mientras ellos se quedaban discutiendo, al parecer los más tranquilos de esta casa eran el rubio y el de cabello corto castaño.

Después de limpiar el desorden de Louis, me senté en la maca del patio nuevamente a descansar un poco, pero lo que si me parecía increíble era la persistencia de esos dos chicos, Harry y Zayn, llegaron nuevamente a invadirme con preguntas.

—Lamentamos lo que pasó, no sé que le pasa últimamente, él no es así—dice Zayn.

Yo solo podía asentir y escuchar, ya me había resignado a perder mi trabajo.

—¿Vas a responder si eres virgen?—pregunta nuevamente Zayn mientras Harry me miraba pícaro.

—No, eso nos les interesa—dije.

—En la noche saldrás con nosotros ¿entendido?—dice Harry.

—¿Que parte de ''no puedo hablar con ustedes'' no entienden?—Ya definitivamente me rendía. Y no sabría que decirle a mis padres, y tal vez debía ir pensando en trabajar en la cafetería en frente de mi casa. Cuando les dije que si iría a los chicos entré a mi habitación porque ellos debían salir, me pidieron que evitara a Louis para que no me maltratara verbalmente y justo fue lo que hice.

Pasó media hora y yo ya estaba muy aburrida y tenía hambre, así que fui a la cocina a ver qué había de comer. Pero no estaba de buena suerte, él estaba ahí, solo que con el otro de castaño claro.
Mantenían una conversación muy calmada hasta que me el castaño notó mi presencia, y puso una mirada de ''disculpate'' a Louis. Éste sólo me miraba con cara de pocos amigos.

—Niall ven aquí, la sirvienta te va a preparar algo—dice Louis.

—No sé cocinar—dije sorprendida.

—Debí suponerlo, eres muy incompetente—estaba sobrepasando mis límites y justamente debía soportarlo, de no ser así le partía la nariz.

—¡Basta!—decía el otro chico.

—Liam, cierra la boca.

—¿Qué es lo que pasa aquí?—llegaron los chicos y sentí alivio.

—Los héroes, que nadie sepa que se la quieren coger.

—Cierren la boca todos, ya ni dormir se puede en esta casa—llega el rubio un poco molesto.
Todos quedamos mirándonos las caras hasta que Harry hizo algo muy inteligente y me sacó de esa escena mientras ellos discutían, detrás se vino Zayn.

—Te compré un vestido y zapatos, espero que te guste. Ahora vistete, nos vemos en una hora—beso mi mejilla y salió, Zayn se quedó un rato, preguntando sobre mis padres y esas cosas, muy sexy y amable. La verdad, no me arrepentía de haber venido, siquiera me llebaba la amistad de estos dos chicos.