Las Entidades Antiguas

Sonido

Adoro el sonido del cristal quebrándose, ¿lo has escuchado fijamente? ¿No te gusta a ti ese sonido? Si es que no, te apuesto entonces a que te debe de gustar el de el agua vaciándose en un vaso, o el de las aves gritando y hablando entre ellas en cualquier momento del día.

Quizá tu seas algo diferente y te guste el sonido de una pizarra siendo rayada por las uñas de alguien, incluso pueden ser las tuyas, que te guste el sonido de los gritos y hasta te pueda llegar a gustar el sonido de un cuchillo clavándose en alguien, y eso está bien, quien soy yo para juzgar.

Pobres de ustedes, hay tantos sonidos a lo largo del universo que no conocen, y lo más probable es que nunca lo hagan, no solo porque no son tan poderosos como para tener un agujero negro frente a ustedes y no ser tragado por este, también porque sus mentes no les permitirá hacerlo, no lo saben, pero yo les di sonido a sus almas, y no son esas voces con las que se comunican o las que escuchan en sus mentes, esas son aparte, pero cada alma tiene su propio sonido dependiendo de lo que uno sientan, adoro el sonido de cuando están felices, tonadas tan pacificas y a la vez llenas de vida y color, cuando están enojados, ese es de mis favoritos, sonidos altos, vibrantes y con mucha ira, ¡ay! ¡Adoro cada sonido que he creado!

Todos son tan únicos y maravillosos, y si hubiera uno que no me guste solo lo quito, pero para mi, todos son perfectos, aunque no a todos les parezca así.

Agradezco solo estar un escalón debajo de él, no es alguien malo, hasta donde he escuchado, fue el primero al que le di sus sonidos, su voz, el sonido de su aura, y una vez acabé me dio la simple tarea de darle sonido a todo lo que existe, incluso a las cosas tan pequeñas que casi nadie es capaz de ver, claro, antes de mi estuvo mi contraparte y compañero de trabajo, pero de el casi no oigo nada, es bastante silencioso, y aunque no lo crean, cuando ustedes salen al espacio, sus mentes dejan de escuchar lo que he creado y al único que escuchan es a él, no me molesta en lo absoluto, a final de cuentas, él es el que me dejo pintar con mis variados colores en su lienzo sin fin.