ALL ABOUT LUV x MONSTA X

#5. SOMEONE'S SOMEONE

El día era tranquilo y acogedor, para ser un día de verano el clima no era tan caluroso. El sol se alzaba en medio del cielo azulado desplegando sus rayos luminosos por doquier, las gaviotas volando y haciéndole compañía.

Llenó sus pulmones de aire puro, sintiendo el intenso aroma salado característico del mar. Caminó lentamente por el pequeño muelle costero hasta llegar al final. La brisa marina hacía revolotear sus cabellos mientras se apoyaba en el barandal de seguridad.

Frente a el se alzaba el mar de una forma gloriosa. Las olas iban suaves hasta que llegaban al muelle y quebraban estrepitosamente con la orilla, gotas salpicando su ropa. Las comisuras de sus labios se alzaron en una sonrisa de felicidad pura, sintiéndose a gusto allí.

Dejó sus brazos sobre el borde y reposó su mentón allí. El paisaje era hermoso a sus ojos, digno de quedar plasmado en una fotografía o en una pintura. JooHeon se tomó el tiempo de memorizar cada detalle en su mente a pesar de que lo hacía cada vez que venía. Aparte del movimiento del mar, nada más parecía cambiar con el tiempo, todo lucía tal y como antes.

Era un pueblo costero bastante antiguo y con pocos habitantes, la mayoría eran ancianos que habían vivido desde siempre allí. Como era un lugar pequeño todos se conocían las caras y los nombres. Eran muy pocas las personas que llegaban con la intención de instalarse para vivir, usualmente solo venían turistas que hacían breves pausas de sus viajes más extensos, el pueblo estaba ubicado en una zona estratégica para servir de zona de parada o algo así le dijeron alguna vez en su clase de geografía.

El siempre había vivido allí junto a sus padres y su abuela, su nacimiento fue digno de una fiesta en el vecindario debido a la falta de población en el lugar. Así solían hacer con cada nuevo bebé en el pueblo, una fiesta sería organizada y todos estaban invitados para disfrutar.

Desde que tenía uso de razón todo lucía de la misma forma, cada casa, casa negocio, cada árbol, cada camino, cada bote de pesca, cada granito de arena. Todo se veía igual que hace diecisiete años. Incluso las personas envejecían lentamente y de tal forma que su esencia seguía allí intacta, dando la impresión de que nunca hubieran envejecido realmente. Hasta cierto punto era escalofriante, pero con un toque divertido.

El agua bailaba en un balanceo delicado, como si siguiera el ritmo de una silenciosa canción o quizás era el canto de las sirenas en lo más profundo del mar, quien sabe. El viento volvió a desordenar sus cabellos anaranjados y con ello atrajo miles de recuerdos como si fueran una película. Se permitió reír en su soledad placentera, el océano escuchando su risa armoniosa.

Cerró sus ojos, dejándose llevar por el agradable clima y las experiencias vividas, el recuerdo de una sonrisa prevaleciendo en su consciencia. Era una sonrisa con hoyuelos similares a los suyos, pero más delicados y únicos a su manera, un tanto tímida, como si no quisiese ser vista por los demás. Y sin embargo era la sonrisa más dulce que sus ojos habían visto jamás, que hacía mover algo en su pecho.

Pronto no vio solo una sonrisa, vio unos ojos castaño oscuro tan profundos como el mismísimo mar, incluso podía jurar que escondían los más preciosos tesoros. También vio una nariz perfectamente recta y bonita, como si hubiera sido esculpida con suma delicadeza. Vio unas cejas azabaches y una cabellera del mismo tono, cabellos sedosos despeinados por el viento.

Miles de imágenes se colaron en su cabeza sin su consentimiento, presentándole tantas cosas que podría llegar a abrumar a cualquiera. Pero se sentía tan bien, como nunca antes. Todos sus recuerdos llevaban consigo ese rostro tan hermoso y cálido que era difícil para él evitar perderse profundamente en sus pensamientos.

Su memoria evocó ese día tormentoso de verano hace tres años. El clima se había comportado irregular y todos en el pueblo sabían que durante la tarde el cielo dejaría caer una buena carga de agua. Los pescadores lo sabían, el mar anunciaba que no sería una noche fácil.