El ruido era increíblemente ensordecedor a pesar de que se encontraban en el exterior, específicamente en la enorme cancha de futbol que la institución poseía. El césped había sido cortado y regado el día anterior debido a la especial ocasión que se llevaría acabo esa noche, era el juego final de futbol americano de la temporada.
La última semana fue un completo caos por el dichoso juego, todos estaban ansiosos y emocionados, hablando una y otra de vez de las grandes probabilidades de salir campeones por tercer año consecutivo, una increíble hazaña.
A su criterio todos habían perdido la cabeza, no era algo importante un tonto juego, era absurdo tanto fanatismo, y no solo por parte del cuerpo estudiantil, los profesores y ejecutivos también estaban alborotados. KiHyun mantuvo un humor del demonio los últimos días, quería que se callaran de una buena vez y que lo dejaran concentrarse en lo suyo.
Y sin embargo decir aquello era algo hipócrita cuando justo en esos momentos dejaba que su trasero se sentara sobre una de las tantas gradas que estaban distribuidas a lo largo de toda la cancha. Una situación cómica por supuesto, el en medio de tantos hinchas de su equipo escolar, y de los rivales obvio, cuando el odiaba los eventos deportivos como esos.
Dejó escapar un suspiro, sus oídos bombeando por el ensordecedor bullicio colectivo, gritos, porras, cantos, iban y venían de todos lados y el partido ni si quiera comenzaba aún. Rezaba para no terminar sordo esa noche. Por lo menos tenía entre sus manos un paquete de papas fritas para aliviar el hambre que sentía y un refresco, no todo era tan malo.
Pero ese pensamiento duró tan solo unos segundos, ya que, la persona que se acaba de sentar a su derecha le hizo tirar un poco de bebida en su pantalón favorito. Frunció su ceño hacia el recién llegado, porque mentiría si dijera que no le conocía, era uno de los causantes de su presencia en el partido. Una radiante sonrisa le brindó, como si no hubiera estropeado su atuendo.
-No me mires así, fue un accidente.- Movió su mano en un gesto que le restaba importancia al asunto. Pero terminó por juntar sus manos para pedir perdón.- Lo lamento, KiHyunnie, si quieres te los lavo yo.- Propuso batiendo sus pestañas para convencerlo, lucía como un ángel, pero el azabache sabía muy bien la verdadera personalidad del contrario.
-Trato, pero también me debes una comida, JeongHan.- Sonrió de lado, recibiendo un bufido del de cabellos rojizos.
-Lo que digas.- Rodó los ojos, estrechando sus manos para cerrar el trato. KiHyun iba a sacar provecho de la situación aunque no fuera del todo justo.
Ahora, ¿Qué tenía que ver su mejor amigo con su asistencia al partido? Simple, su queridísimo novio era parte del equipo de la universidad y era obvio que JeongHan no se perdía ninguno de los juegos, mucho menos el más importante de la temporada. Su amigo ya parecía como el animador personal de SeungCheol, incluso traía unos pompones con los colores de la universidad, azul y blanco.
La segunda causa, o excusa, tenía que ver precisamente con el equipo de animadores. Guio sus ojos hacia el grupo vestido con faldas y pantalón corto de colores alusivos al equipo, todos con sus pompones. KiHyun no se relacionaba mucho con ellos, muy ruidosos para su gusto, pero nuevamente era una hipocresía de su parte, pues su mejor amiga era animadora desde que entraron a la universidad.
No tardó en encontrar esa reluciente cabellera dorada atada en una coleta realmente alta, y esta tampoco tardó en atrapar su mirada. La chica, bastante alta y esbelta, le sonrió ampliamente, desbordando un brillo que cegaba a cualquiera. Dior alzó una de sus manos para saludar a sus amigos en las gradas de forma efusiva.
-Debe estar nerviosa.- JeongHan susurró sin dejar de sonreírle a la chica, su mano agitándose en forma de saludo amistoso.
-Si, hoy ha estado más parlanchina de lo usual, siempre es así antes de un juego.- El azabache murmuró sin reflejar su preocupación y fastidio en su rostro, no quería alarmar a su amiga. Frecuentemente la rubia le tocaba los cojones, pero la quería demasiado, sacrificaba sus noches de series para verla hacer piruetas y gritar cantos estúpidos. Los tres compartían una amistad interesante.
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ALL ABOUT LUV x MONSTA X
FanfictionPorque tras de cada verso de una canción se esconden sentimientos tan diversos, tan hermosos y puros, transmitiendo una historia que va danzando al compás de la melodía. De amores encantadores, sensaciones abismales, secretos compartidos y caricias...