Alice y la Piedra Filosofal

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Los días han ido pasando tranquilamente, poco a poco Alice iba acostumbrándose a Hogwarts, Evie también se a ido acostumbrado y se hizo muy amigas de Mary y Sarah, Jayden se convirtió en una de las temidas y aisladas de Hogwarts, con solo una mirada muchos se alejan, solo Evie y Alice se acercan con ella.

Harry nunca había creído que pudiera existir un chico al que detestara más que su primo, pero eso era antes de haber conocido a Draco Malfoy. Sin embargo, los de primer año de Gryffindor sólo compartían con los de Slytherin la clase de Pociones, así que no tenía que encontrarse mucho con él. O, al menos, así era hasta que apareció una noticia en la sala común de Gryffindor.

Las lecciones de vuelo comenzarán el jueves... y Gryffindor y Slytherin aprenderían juntos.

-Al fin aprenderé a usar una escoba-dijo Alice emocionada, desde que tiene memoria Ravenna nunca la había dejado diciendo que las brujas de sangre pura no lo necesitaban

-Perfecto -dijo en tono sombrío Harry- Justo lo que siempre he deseado. Hacer el ridículo sobre una escoba delante de Malfoy.

-¿Más de lo que ya eres en pociones?- pregunta divertida, Harry la mira molesto- Jajaja es broma- agarrándole el hombro- Seremos dos en hacer el ridículo ya que no se volar en escoba

-Gracias, ya me siento mejor-dijo sarcástico tratando de no sonreír

-No saben aún si van a hacer un papelón -dijo razonablemente Ron-. De todos modos, sé que Malfoy siempre habla de lo bueno que es en quidditch, pero seguro que es pura palabrería.

-Todo saldrá bien-dijo Alice sonriendo

Harry le sonríe olvidando a Malfoy.

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Todos los de primer año de Gryffindor estaban reunidos en el Gran Comedor, estaban muy emocionados ya que deseaban que fuera la hora para la clase de vuelo

Alice estaba emocionada y nerviosa a la vez, Evie le dio consejos de que debe estar tranquila y que todo estará bien, que no es complicado aprender a volar.

También noto que Slytherin estaba igual que ellos, hasta que podría escuchar a Malfoy quejarse del porque los de primer año nunca estaban en los equipos de quidditch y contaba largas y jactanciosas historias, que siempre acababan con él escapando de helicópteros pilotados por muggles.

Pero no era el único en Gryffindor, Seamus Finnigan, parecía que había pasado toda la infancia volando por el campo con su escoba. Hasta Ron podía contar a quien quisiera oírlo que una vez casi había chocado contra un planeador con la viej escoba de Charles.

Todos los que procedían de familias de magos hablaban constantemente de quidditch. Ron ya había tenido una gran discusión con Dean Thomas, que compartía el dormitorio con ellos, sobre fútbol. Ron no podía ver qué tenía de excitante un juego con una sola pelota, donde nadie podía volar. Harry había descubierto a Ron tratando de animar un cartel de Dean en que aparecía el equipo de fútbol de West Ham, para hacer que los jugadores se movieran.

Alice no decía nada pero estaba feliz de no ser la única de familia magos que no volaban escobas, Neville no había tenido una escoba en toda su vida, porque su abuela no se lo permitía.

Hermione Granger estaba casi tan nerviosa como Neville con el tema del vuelo. Eso era algo que no se podía aprender de memoria en los libros, aunque lo había intentado. En el desayuno del jueves, aburrió a todos con estúpidas notas sobre el vuelo que había encontrado en un libro de la biblioteca, llamado Quidditch a través de los tiempos. Neville estaba pendiente de cada palabra, desesperado por encontrar algo que lo ayudará más tarde con su escoba, pero todos los demás se alegraron mucho cuando la lectura de Hermione fue interrumpida por la llegada del correo.