SEGUNDA TEMPORADA de "Distorsión"
Con el collar, y nuevas personas que llegan a París, varias aventuras les esperan a nuestro dúo favorito. Un secreto revelado, pero otro oculto. ¿El destino se escribirá desde cero? ¿O separará a ______ de Adrien?
(Adrien pasó a mi lado por tercera vez este día y ni un "hola" me ha dado). Me le quedé viendo mientras Nino hablaba animadamente con él.
Después del día de porquería que tuve en la pista de hielo, bueno, no fue un completo asco gracias a Luka. Que bebé más hermoso, lo protegeré con mi vida al igual que a Nath, mientras íbamos a mi casa me invitó a un helado.
Me desvié del tema, como sea... Adrien me ha estado evitando los últimos días. No me saluda, no contesta mis llamadas, cuando es Chat y yo estoy cerca solo me ignora...
Suspiré. —No creí que llegaríamos a esto— murmuré con tristeza mientras me recostaba sobre mi mesa en la clase.
—______, ¿qué sucede? Odio verte así— Nathaniel llegó a mi lado y pasó un brazo sobre mis hombros.
—Adrien me está evitando... Y no sé por qué, además creo que mi novio también está enojado conmigo— lo miré con los ojos enrojecidos.
—Oh (T/A)...— Recostó su cabeza sobre la mía.
—Nath... ¿Crees que arruino cosas sin darme cuenta?— Susurré con melancolía.
—Pero que disparates se te meten a la cabeza, claro que no. Tú siempre das lo mejor de ti y todos lo saben— tomó mi barbilla y levantó mi rostro para que conectemos nuestras miradas. —No dejaré que un tonto chico te haga sentir de esa forma ¡vamos!— Me tomó del brazo y me sacó rápidamente de la clase.
—¿A dónde vamos?— Lo miré sorprendida.
Él ignoró mi pregunta pero obtuve mi respuesta unos pocos minutos después cuando llamó a alguien. —¡Adrien!
Abrí los ojos como platos, un poco asustada y ansiosa.
—Nath, déjalo— traté de convencerlo pero su determinación creció.
—Dile a ______ la razón por la cuál la has estado evitando los últimos días— me jaló para que estuviese enfrente de él.
Adrien se me quedó viendo por unos segundos y luego regresó la vista al pelirrojo. —¿Nos dejas a solas?— Pidió.
—¡No! Su problema es mío también— se cruzó de brazos.
Cuando vi un tic en el ojo de Adrien, supe que se estaba molestando. Suspiré para tomar valor. —Luego te alcanzo, debemos arreglar esto nosotros dos ¿sí?— Miré con una pequeña sonrisa a mi mejor amigo.
