Una razón para amarte. [Español]

7

Aunque así era, todo seguía igual, salían de vez en cuando, sin embargo Luffy nunca le pedía nada a Trafalgar, cosas como: "bésame o abrázame", a las que el ojeroso ya se había acostumbrado que le pidieran.

Por su cuenta no lo hacía, pues ¿Qué pasaría si el menor realmente no quisiera nada de eso, y se enojara con él?, debido a eso, Law siempre espero a que el monito se lanzara, o siquiera que le pidiera que lo hiciera, pero nunca paso algo como eso, parecían amigos en vez de una pareja.

Los mensajes tampoco habían cambiado, pues Luffy siempre era el que le escribía a Trafalgar, pero no era frecuente, a veces podían pasar semanas sin que tuvieran contacto, pues como ya se había mencionado antes, el ojeroso no tomaba la iniciativa en nada.

Además de ello, no todo el tiempo salían ellos solos, pues como en el primer encuentro se sumaban los amigos del menor, quienes al parecer no sabían de la relación que los dos llevaban.

—¡Torao! Descubrí un nuevo lugar al que podemos ir.

— ¿Tus amigos irán?

— ¿Por qué la pregunta? ¿Te molestan?

—No.

—De todas formas no irán, a menos que quieras que les avise.

—Así está bien, ¿Dónde nos veremos?

...

El ojeroso llego al sitio acordado, era una cafetería, sin embargo había una infinidad de juegos de mesa detrás del mostrador, al parecer las personas pedían el juego y mientras esperaban su orden se entretenían jugando.

El monito llegó unos diez minutos más tarde al lugar. Ambos ordenaron y les dieron a elegir uno de los juegos que había.

—¿Cuál quieres tú, Torao?

—Nunca he jugado cuatro en raya [1] —Musitó Law.

—Cuatro en raya, por favor— Repitió Luffy para que le dieran el juego.

Se sentaron a esperar la orden y sacaron el juego.

—Luffy, creo que debemos hablar— Propuso Trafalgar a la vez que metía una ficha de color rojo al tablero.

—Oh es cierto, nunca lo has jugado ¿No?

—No es sobre eso.

— ¿Entonces? —El menor tomó una ficha roja y la introdujo en el extremo del tablero.

—Nosotros estamos saliendo, ¿No es así?

El monito dejó de prestarle atención al juego y miro con seriedad al ojeroso.

—Eso creo.

— ¿Por qué no me has pedido que te bese?

Luffy suspiró y desvió levemente la mirada.