Una razón para amarte. [Español]

10

Las semanas pasaron y aunque Trafalgar se sentía ligeramente mejor refugiándose en las palabras que Marco le había dicho, aún seguía sintiendo un vacío debido a que Luffy lo había abandonado, por más que le escribiera o lo buscara no lograba saber nada del chico.

Se dio cuenta de la cruel realidad: realmente no sabía nada del chico, únicamente lo que el menor había llegado a contarle, su única salvación era Ace, quien seguía asistiendo al hospital para visitar a Marco.

Una mañana el ojeroso fue a la oficina del rubio, quería conseguir algo de su ayuda para contactar con Luffy, pues tanto toser pétalos de flores lo estaba desgastando.

-Marco-san- Le llamó Law- Quería pedirte un favor.

-Lo que sea Law, cuéntame que necesitas- Contestó el rubio con una amable sonrisa.

El menor se sentó frente a su compañero con un poco de vergüenza, pues nunca había estado realmente interesado en una persona aparte de Luffy.

-Tú ... ¿Podrías decirle a Ace que traiga a Luffy? Quiero decir, si quiere.

Marco observó perplejo a Trafalgar, pues no esperaba una petición como esa.

-De verdad te gusta ese chico, ¿No? -Inquirió el rubio de manera burlesca.

Trafalgar se sonrojó levemente.

-Si no quieres entonces me ire-Soltó el ojeroso resignado.

Marco río a carcajadas y lo detuvo.

-Está bien, está bien, se lo pediré. No pensé que te gustara enserio ese chico, ustedes dos son muy diferentes.

-Eso es lo mejor- Contestó Law con una sonrisa en el rostro.

Después de pedirle al pecoso que trajera a su hermano menor, Trafalgar y Marco se sentaron juntos, el ojeroso espero con ansias a que Ace y Luffy aparecieran en la cafetería a la hora del almuerzo, se sentaron en una banca que daba directo al portón de la cafetería para que, llegado el momento, pudieran ver a Luffy entrar corriendo por ahí.

Sin embargo Luffy no llegó en ningún momento, el único que apareció por la cafetería fue su hermano mayor, Ace.

El pecoso se sentó junto a Marco con una expresión de ira, al parecer había peleado con alguien hacía nada, pues su camisa estaba desarreglada.

-Lo lamento Marco, aunque me lo pediste no fui capaz de traer a Luffy- Comentó el pecoso cuando se sentó en la banca- Ni siquiera a la fuerza, es muy testarudo.

-Oh- Pronunció el rubio mientras veía de reojo a Trafalgar- ¿No hay alguna forma en que lo podamos ver?

- ¿Podamos? -Inquirió el pecoso.

Marco río nerviosamente y se corrigió a sí mismo.

- ¡Ah! Cualquiera se equivoca. Solo quiero hablar urgentemente con él.