Una razón para amarte. [Español]

11

Trafalgar no cabía en sí mismo de la felicidad que sentía al haber logrado que Luffy le diera una segunda oportunidad.

Los días pasaron y el ojeroso charlaba casi todo el tiempo con el menor, en la mañana, tarde e incluso se trasnochaba hablando con el chico sobre cualquier estupidez. Después de tanto tiempo Law había vuelto a sonreír, y todo gracias a Luffy.

Habían vuelto a salir, pero siempre eran acompañados por los demás amigos del monito, Trafalgar no se quejaba, pues parecía que ya lo habían olvidado, sin embargo quería salir con Luffy a solas de vez en cuando para intentar avanzar en su relación.

El ojeroso también charlaba más a menudo con Marco, en su mayoría hablaban de Luffy y de lo maravillado que estaba Law de tener al chico de vuelta.

Una mañana como cualquier otra, Trafalgar se sentó a hablar con su compañero, esta vez sobre cómo le era casi imposible acercarse al menor estando rodeado de sus amigos.

— ¿No crees que Luffy solo te quiere como amigo? — Inquirió el rubio tras analizar la situación en la que se encontraba el ojeroso.

Law guardó silencio y miró aterrado a su compañero.

— ¿Por qué dices eso?

—Piénsalo bien, evita estar a solas contigo, no ha vuelto a tu casa y además ni siquiera ha intentado algo, ni te ha pedido a ti que lo hagas.

—Luffy no me pediría que haga algo si no me nace hacerlo— Reflexionó Trafalgar.

— ¿Y él no quiere hacer nada tampoco? — Repuso el rubio— Según lo que me has dicho nunca se han besado.

El ojeroso miró nervioso a Marco, era cierto, Luffy nunca había intentado nada con él.

—Sé que te gusta Luffy, pero debes hacer algo antes de quedarte para siempre como su amigo.

Law quedó aterrado, claro que le encantaba tener a Luffy como amigo, sin embargo, quería algo más, quería ser la persona más cercana a él, y como amigo no podía lograrlo, pues tenía limitaciones.

A pesar de que habían vuelto a hablar no había cambiado el hecho de que el menor siempre era el que invitaba a Trafalgar a pasar el rato, así que por eso tampoco salían solos, pues el menor era inseparable de sus fieles amigos, así que si quería estar a solas con el monito, debía ser él quien lo invitara.

—Luffy.

—Dime.

—Salió una película hoy, y quería sabes si quieres ir conmigo a verla el domingo.

—Claro, ¿quieres que le avise a los chicos?

—No, quisiera salir solo contigo esta vez.

—Está bien.

El día de la cita Trafalgar se vistió lo más decente que pudo, arreglo su cabello echándolo hacia atrás para que no pareciera tan desaliñado e incluso compro un perfume para oler bien. Estaba demasiado nervioso y como de costumbre sus manos estaban sudorosas.