CAPITULO 6 - BRIDGES

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—¿Estás bien? —Natasha estaba frente a mí.

—¡Volviste!

—Sí, pero necesito que bajes la voz.

—¿Qué pasa?

—Primero dime si estás bien.

—Son las mismas pesadillas, ya sabes. —Mentí.

—Okay, cámbiate. Necesito que me acompañes a un lugar.

Vi el reloj y apenas eran 6:40 AM. Salí de la cama, aún tenía sueño. Me cambié lo más rápido que pude, me hice una trenza, me puse los tenis y salí de la habitación, Natasha estaba afuera esperando.

—¿A dónde vamos?

—Sígueme. —susurró Natasha. Ambas subimos a la camioneta y nos dirigíamos a la ciudad. El amanecer apenas empezaba... Era hermoso. Todos esos colores que abrazaban me hacían sentir alguna clase de paz en mi interior.

Nos dirigimos a un barrio demasiado deshabitado en el sur de nueva York y aunque Natasha no había dicho ni una sola palabra en todo el camino. Sabía que estaba preocupada.

—¿Qué hacemos aquí? —Quise saber. Nos estacionamos en un callejón y bajamos.

—Cuando Tony me mandó las coordenadas para buscar a Bruce. Lo último que hice fue dar con él, pero estás me llevaron directo a un traficante de armas en el norte de México. Así que en lugar de estar llorando por algo que dejó de ser, decidí enfrentarme a ellos, y todos los caminos me trajeron hasta aquí.

—¿Entonces aquí estamos para enfrentarlos?

—No, venimos hasta aquí a salvar a las personas que tienen como rehenes.

—¿Y por qué no trajiste a todo el equipo?

—Porque tenemos que ser discretos, —Natasha me sonrió. —Y ellos no podrían sostener un edificio si estuviera a punto de caer. —Le sonreí de vuelta.

Seguí a Natasha. Rodeamos el edificio y rápidamente encontramos una entrada que nos llevaba hasta las personas que tenían como prisioneros.

El lugar estaba lleno de armas de diferentes proveedores, entre ellos Stark Industries.

—¡Ay no! Tony tendrá que disculparse por esto después.—Dijo Natasha en tono seco.

Miré a mi alrededor y aunque no había tantas personas, teníamos que sacar a todos de ahí.

—Wanda, necesito que todos salgan. Nadie debe quedarse, ¿okay?

—Muy Bien.

Convencí a todos de salir controlando sus mentes y todo esto me llevó directo a Sokovia. El mismo miedo vino a mí, pero esta vez, todos dependían de lo que yo hiciera y Natasha había confiado en mí; no podía fallarle.

Entonces, incluso con el miedo que sentía, comencé a hacer mi trabajo. Las personas salieron del lugar y aunque no sabíamos a donde irían cuando todo terminará. Todo tenía que pasar en menos de 5 minutos.

—Wanda, ¿me escuchas?

—Sí Nat, ¿dónde estás?

—Quiero que lleves a todos al complejo.

—¿Y tú?

—Creo que esto se salió de control un poco.

—No te dejaré aquí.

Natasha había llegado antes a los malos y ahora sin algún otro refuerzo. Se enfrentaba a todos ellos.
Tomé un arma y me dirigí hacía adentro del edificio, dejando a todos afuera de la camioneta.

𝓪 𝓭𝓲𝓯𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽 𝓴𝓲𝓷𝓭 𝓸𝓯 𝓱𝓾𝓶𝓪𝓷 // WANDAVISIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora