𝓪 𝓭𝓲𝓯𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽 𝓴𝓲𝓷𝓭 𝓸𝓯 𝓱𝓾𝓶𝓪𝓷 // WANDAVISION

CAPITULO 9 - NEVER BE ENOUGH

—¿Qué tan alto puedes llegar?

Natasha intentaba ayudarme a dominar mis poderes y aunque habíamos estado entrenando desde las 5 de la mañana, el miedo que sentía por no poder controlar mi poder seguía creciendo en mí.

—¡Creo que es lo más alto! —Respondí.

—Okay, muy bien — dijo Natasha haciendo unos apuntes en una tabla — Desciende.

Vis había estado mirándome desde el otro lado del cristal; lo podía sentir.

Salí del gimnasio de entrenamiento y Vision estaba ya esperándome afuera.

—Creo que has mejorado mucho, Wanda.

—No lo sé, Nat no se escuchaba convencida.

Ambos miramos a Nat salir del gimnasio, ella solo nos sonrió débilmente y siguió su camino.

—Bueno, al menos lo intenté. —Le sonreí a Vis, quien me devolvió la sonrisa en forma de consuelo.

—Bueno, tampoco eres pésima en lo que haces.

Mi expresión cambio rápidamente, amaba el hecho de que Vis, en el intento de ser amable, podía ser muy directo.

—Okay, creo que eso me motiva un poco.

—Lo sé, serás la mejor, ya verás.

Sonreí para él, y él me devolvió la sonrisa

—¿Quieres ir a comer algo?

—Sí, vayamos a la cocina.

Visión me detuvo del brazo.
—No, Wanda. — Soltó mi brazo y se puso frente a mí. —Me refería, sólo tú y yo.

—Pues, no creo que haya alguien más en la cocina, justo ahora. —lo mire un poco confundida.

—Lo que quiero decir es que, ¿Podemos hacer lo que Steven y Natasha hacen?

Mire fijamente a Vision, no sabía exactamente que era lo que Steve y Nat hacían, y tampoco quería imaginarlo, su expresión era tan seria que me entró una curiosidad por saber a qué se refería.

—¿Qué es exactamente lo que hacen? —lo observé.

—Salen... —reaccionó Vis. —A comer por las noches.

—¿Y quieres salir como ellos?

—Sí, pero podemos salir sólo como amigos si quieres.

Miré a Vis, quien ahora se sentía avergonzado por lo que había dicho.

—Entonces, ¿Natasha y Steve no son sólo amigos?

—Yo... La verdad...

—Es una broma. —Sonreí divertida. —No importa lo que sean. —Visión se relajó un poco y sonrió avergonzado. —Pero creí que no querías volver a la ciudad.

—Así es, pero no iremos realmente a la ciudad.

—¿Entonces?

—Bueno, si iremos a la ciudad, pero cuando no hay gente en la calle.

—Okay, tengo curiosidad de saber a dónde iremos.

—Bueno, entonces ¿sí quieres ir a comer conmigo?

Asentí ante su tierna pregunta.
—Será divertido. —Vis sonrió por haber obtenido lo que quería.

—Entonces te veo a las 10, en la estancia.

—¡A las 10 será!

Ambos caminamos en dirección opuesta. Él hacia su habitación y yo hacia la cocina donde sabía que a esta hora estaría Natasha.