Rebeldía Para Un Rey ||YoonMin||

Capitulo 01

Escuchar sus pasos por las escaleras del palacio era algo de lo mejor que podía hacer cada mañana.

- ¡Su majestad! -Hoseok se acero de inmediato hacía el rey Yoongi quien se veía algo aburrido al admirar a su alrededor-. Buenos días.

- Buenos días, Jung -el mencionado inflo levemente sus mejillas, odia que le nombren por su apellido, pero en estos momentos no importaba mucho-. ¿Tienes algo que decirme?

- ¡Sí! -Hoseok volvió a acomodar las hojas en sus manos, carraspeo la garganta-. Los aldeanos tienen algunas peticiones, bueno...

Yoongi rodó los ojos, su padre le había dicho muchas veces que los súbditos podían ser algo hostigosos, pero que era necesario complacerlos en placeres pequeños, después de todo eran pequeños y nada difíciles de dar, siempre el pueblo se sentía mucho más tranquilo si saben que su gobernante tendrá en cuenta sus peticiones.

- Lo típico de cada día -menciono Yoongi en respuesta-, ¿tengo una reunión pendiente? -pregunto.

Si de algo Yoongi podía quejarse, era de tener reuniones, siempre era con otros gobernantes, algunos duques, príncipes e inclusive otros reyes, todos tenían siempre que venir a su palacio, y darle sugerencias o inclusive proponerle tratos, para Yoongi solo eran las mismas cosas, creían que solo ofreciendo tratos comerciales entre ambos era lo mejor.

El padre de Yoongi aceptaba tratos pequeños, usualmente de comercio, aunque Yoongi siempre sabía que no eran unos tratos muy buenos, usualmente terminaban después de mes y medio, porque terminaban en alguna deuda económica con su padre.

- Ahora no, su majestad -dijo Hoseok en respuesta-, por cierto, usted menciono que se debía anunciar su llegada al pueblo en una semana, ¿aún quiere que se haga? O ¿planea no ir por un omega esta vez?

Yoongi sonrió ladino, esa se trataba de una buena noticia, recuerda aquellos tiempos de cuando era un cachorro, y podía ver a las concubinas con las que su padre se pasaba horas o días, todas bellas omegas que usualmente hacía que se quedasen en el palacio, aunque claro su madre no estaba para nada de acuerdo con ellas, y cuando veía que el harem de su padre crecía, no dudaba en tomar la decisión de cortar las cabezas de aquellas más bellas, y otras las dejaba libres con tal de que no se volvieran a aparecer por el palacio y ni siquiera por el pueblo.

- ¿Su majestad? -Yoongi miro en dirección a Hoseok sin dejar de tener una tenue sonrisa.

- Por supuesto mis deseos son ordenes para ti, mi querido Hoseok, te he mencionado mucho que el hablarme en forma formal solo hace que mi edad parezca a la de mi padre.

- Lamento esto, pero su padre me ha hecho hablar tanto de ese modo que me es difícil querer desechar estos modales.

Yoongi asintió, inclusive a él se le haría difícil, el comportamiento siempre ha sido considerado lo más importante en el palacio, todo el personal tenía que hablar con propiedad frente a los reyes, pero a Yoongi le disgustaba más que le hablasen de tal modo, pues simplemente le hacían sentir alguien mayor.

- No debes preocupar, lo dejaré pasar esta vez, pero a la próxima, solamente puedes decirme por mi nombre -Hoseok dio un asentimiento-, ahora, con respecto a lo anterior, mis deseos son encontrar en primera instancia a alguien más para mi harem, como debes saber ese es un requerimiento más para mi gobierno.

- ¿No cree que es algo innecesario?

- Mi querido Hoseok, no considero eso como innecesario, es lo mejor inclusive para el pueblo, mientras me mantenga ocupado pensando más en mi harem y que ellos tengan sus beneficios, será lo mejor, no quisiera hacer que todos pierdan algo debido a no complacerme a mí.

De alguna forma a Hoseok esto le parecía algo malo, de todo lo que Yoongi había aprendido de su padre, esto era lo peor, solo esperaba que al menos algún día de estos, aquel comportamiento fuese de alguna forma reprendido.