Capitulo 04

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El desayuno había pasado tranquilo, Jijeong se había ido a buscar algún pequeño trabajo de algunas horas, mientras que Jimin ayudaba a su madre a limpiar la casa para después disponerse a ir a trabajar.

- Listo, he terminado -menciono Jimin mientras terminaba de limpiar sus manos sobre sus pantalones, los cuales ya estaban algo desgastados-, ¿en qué más te ayudo, madre?

- No, ya me haz ayudado lo suficiente, cariño, descansa un poco, ya casi es tiempo para que vayas al trabajo.

Era cierto, pero Jimin ayudaba a su madre lo más que podía para que ella descansase, después de todo es una persona frágil, y debe de cuidarla.

- ¿Estás segura de ello? -su madre le regalo una sonrisa para después brindarle un asentimiento como respuesta.

Jimin se quedo allí, mirando como ella terminaba de lavar algunas cosas, ama a su madre, ama a toda su familia, aunque a veces no haya los suficientes ingresos en casa, siempre podían subsistir, y eso era lo importante, soltó un suspiro, miro hacía afuera, habían algunas personas transitando por las calles.

- Madre ¿quieres que traiga algo para ti? -la mujer de inmediato le miro y sonrió.

- Nada en especial, solo quiero que tú, mi querido hijo, vengas sano y salvo -se acerco secando sus manos con un trapo para después acariciar el rostro de su hijo-, haz crecido mucho, cariño...

Jimin le regalo una sonrisa, llevo sus manos hacía las de su madre acunándolas, le gustan esa clase de tratos de parte de su familia.

- Me iré a trabajar -menciono Jimin.

- Ve, cariño, Jijeong y yo te esperaremos aquí ¿sí?

Jimin dio un asentimiento, ya era hora de partir, a veces Jimin quisiera tener el oro del mundo para poder complacer a su madre y no tener que hacer trabajos pequeños que apenas y brindaban una hogaza de pan en la mesa, pero a pesar de los pocos ingresos en casa, eran felices.

- Traeré unas frutas cuando regrese -dijo Jimin mientras se acercaba hacía la puerta.

- No te preocupes tanto por eso, Jimin.

Y entonces abrió la puerta despidiéndose de su madre, pero en cuanto había puesto un pie fuera de la casa, escucho los murmullos afuera, frunció el ceño, casi siempre que pasaba eso era porque algunos de los guardias del rey Min se encontraban cerca, miro hacía la calle y allí los vio, en sus caballos, armaduras relucientes y estandartes en sus manos, el escudo de Daegu se podía ver en ellos, los caballos estaban arreglados con listones de color purpura, el color principal de la ciudad.

Era extraño, parecían no llevar prisa alguna, y a pesar de que Jimin usualmente les ignoraba, esta vez no podía dejar de verlos, pues aquellos nobles parecían buscar a alguien, estaba a punto de dejar pasar ese motivo, después de todo, no debía de importarle en lo más mínimo que ellos buscaran a alguien, pues sabe que seguramente están buscando al omega que hará compañía al rey Min en estos próximos años, aún sentía la bilis en su garganta de solo pensar en eso.

Pero cuando pasaron justo a su lado se detuvieron, Jimin les miro solo por unos momentos, y estaba dispuesto a caminar para retirarse, pero en cambio, uno de ellos, él que iba enfrente, carraspeo la garganta, como si esperase que le prestase atención.

- ¿Usted es Park Jimin? -pregunto aquel caballero, su voz parecía ser de mando, Jimin sabe que es un alfa, la misma presencia lo dice todo.

- Lo soy -respondió Jimin con indiferencia, no le gustaba que utilizaran alguno de esos tonos característicos de las voces de mando, los alfas piensan que pueden tener el total control de todo con solo usarla, y no debe ser así.

Y ahora, las personas miraban hacía su dirección, espectadores de lo que pasaba en ese momento, Jimin no gusta llamar la atención y mucho menos de ese modo. Aquel alfa extendió un pergamino para leerlo, cuando escucho un nuevo carraspeo de garganta, mucho más fuerte al primero, eso quería decir que estaba a punto de decir un anuncio.

- El rey de Daegu, conocido como su majestad el rey Min, ha solicitado que usted, Park Jimin, se una como parte de sus omegas concubinos, dependiendo de su respuesta, joven omega, será como se le trate para ser llevado hacía el rey de Daegu.

Jimin trago grueso, era imposible, ¿acaso se estaban burlando de él? Sin querer comenzó a reírse, era inevitable, aquel rey ni siquiera le conoce en persona, ¿cómo era posible que le estuviese pidiendo ir a con él? 

- No veo algún motivo de su risa, joven omega.

- ¿Acaso no es usted un bufón de ese rey? -las personas a su alrededor se veían sorprendidas ante la respuesta de Jimin-. Dígale a su rey, que no tengo la más mínima intensión de ser parte de su harem, que busque a otro, eso es lo mejor.

- Lamento decirle, que su majestad ha hecho su elección y no hay vuelta atrás, por si no lo sabe, joven omega, usted no tiene una opinión al respecto aquí, si usted decide ir, entonces no habrá problema alguno, pero si decide no hacerlo, entonces habrá consecuencias.

Jimin rodó los ojos.

- ¿Consecuencias? Preferiría que me manden a la horca a ir a ser parte del tonto harem del rey Min.

- ¿Quiere decir que su respuesta es negativa a lo mandado por el rey Min? -pregunto el caballero, Jimin volvió a rodar los ojos con impaciencia, ya se le hacía tarde para ir a trabajar, no tenía tiempo para estás tonterías.

- ¿Acaso mi respuesta no ha sido clara? ¡Me rehusó a ir con el rey Min!

- En ese caso no nos queda más alternativa -el caballero volvió a enrollar el pergamino y cabalgo alejándose un poco, pero los demás no lo hacían, lo que asusto un poco a Jimin-, tráiganlo -en cuanto aquel caballero que se alejaba había dado aquella orden, Jimin fue sujetado de ambas manos por otro de ellos, mientras que uno más se dedicaba a atar sus manos con una soga.

- ¿Qué? ¿Qué les pasa? ¡Suéltenme! -exigía el omega.

Jimin no se dejaría tan fácilmente, de inmediato y cuando vio la oportunidad empujo con fuerza al caballero que le sostenía, y planeaba irse, de no ser por el primero que se acerco y le apunto con una espada.

- Más vale que deje esa rebeldía, al rey Min no le gustan esa clase de omegas -Jimin apretó la mandíbula, ¿por qué tenía que ser él quien fuese elegido? De todos los omegas de Daegu, ¿por qué él?-. Hora de irnos.

Rebeldía Para Un Rey ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora